La Calera, ubicada en las pintorescas Sierras Chicas de la provincia de Córdoba, Argentina, es un destino turístico fascinante que cautiva a los visitantes con su belleza natural y su encanto histórico. Rodeada por imponentes montañas y exuberantes paisajes, esta encantadora localidad ofrece una combinación perfecta de tranquilidad y aventura. Conocida por su clima agradable y su aire puro, la Calera se ha convertido en un refugio para aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la serenidad de la naturaleza. Sus senderos y caminos escénicos invitan a los amantes del senderismo y el trekking a explorar sus alrededores, revelando cascadas cristalinas, arroyos serpenteantes y bosques frondosos. En caso de aventurarte por las noches, deberás usar un frontal LED para orientarte ante la falta de luz.

Además de su entorno natural impresionante, La Calera también ofrece un rico patrimonio histórico y cultural. Los visitantes pueden sumergirse en la historia de la región visitando la Iglesia San Roque, una joya arquitectónica que data del siglo XVIII, o explorando el Museo de La Calera, que exhibe artefactos y documentos que cuentan la historia de la zona. Con su encanto sereno y su combinación única de naturaleza y cultura, La Calera es un destino que no debe pasarse por alto al explorar las Sierras Chicas de Córdoba. Descubre la belleza de este rincón tranquilo y enamórate de su ambiente relajante y cautivador.

¿Por qué visitar La Calera en un fin de semana?

La ciudad de La Calera, ubicada en las Sierras Chicas de la provincia de Córdoba, ha emergido como un destino turístico codiciado, gracias a su título como la primera localidad en tener agua potable y contar con la mayor planta de Sudamérica. Con un clima seco y una incipiente hotelería, La Calera ofrece una amplia gama de atractivos irresistibles a los ojos de los turistas ávidos de nuevas experiencias. Los lugareños se refieren a La Calera como la «ciudad dormitorio», ya que la mayoría de sus habitantes trabajan en la capital durante el día y regresan a sus hogares por la noche. Esta dinámica peculiar ha creado un ambiente tranquilo y sereno en la ciudad, perfecto para aquellos que buscan escapar del bullicio de la vida urbana.

La Calera es conocida por sus prósperas industrias de cal, molienda de piedra granítica y cemento Pórtland, lo que la convierte en la principal productora de materia prima destinada a la construcción en la provincia de Córdoba. De hecho, el nombre de la ciudad se originó a partir de los abundantes yacimientos de piedra caliza que se encuentran en la zona. Estas industrias han contribuido significativamente al desarrollo económico de la región y han generado numerosas oportunidades de empleo para los habitantes locales. Además de su importancia industrial, La Calera y su vecina Dumesnil albergan a alrededor de 20.000 habitantes. Ambas localidades se encuentran inmersas en un entorno natural de gran belleza, rodeadas por las majestuosas Sierras Chicas. En las calles de La Calera, es común encontrarse con casonas que datan de finales del siglo XIX y principios del XX, testigos silenciosos de la rica historia de la ciudad. Estas antiguas residencias añaden un encanto especial al paisaje urbano y evocan la nostalgia de tiempos pasados.

Las Sierra Chicas de Córdoba

Una excelente manera de apreciar La Calera y sus alrededores es a bordo del Tren de las Sierras, un pintoresco recorrido que parte de la capital cordobesa y se extiende hasta Punilla. A lo largo del trayecto, se puede disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores, pasando por la pintoresca quebrada, el histórico Sanatorio El Diquecito y las antiguas usinas de generación de electricidad. El tren llega finalmente al impresionante paredón del dique San Roque, un hito emblemático de la zona. Desde allí, el camino se bifurca, ofreciendo la opción de dirigirse a Villa Carlos Paz hacia la izquierda, o explorar el norte del valle de Punilla hacia la derecha. Esta travesía en tren es una forma única de apreciar la belleza natural y la rica historia de la región.

Si los visitantes desean explorar más allá de La Calera, pueden emprender un viaje por la ruta E-55, que sigue el curso del río Suquía. Este pintoresco recorrido permite descubrir otros encantadores destinos en la zona, como Saldán, Villa Allende y el norte del área de las Sierras Chicas. Cada uno de estos lugares ofrece sus propias atracciones y oportunidades de disfrutar de la naturaleza, desde actividades al aire libre hasta la posibilidad de sumergirse en la cultura local.