Bratislava es la capital de Eslovaquia y antes de 1919, era llamada Presburgo. Hoy se ha consolidado como la ciudad más grande de la nación, sumando más de quinientos mil habitantes. Es otras de las ciudades construidas a orillas del rio Danubio junto a Budapest, Viena, Belgrado, Linz, entre otras.
- La capital eslovaca es también la sede del parlamento y del gobierno nacional. Los aspectos más demandados culturalmente son el arte y la educación. El contexto monumental está especialmente concentrado en la Ciudad Vieja, que además tiene un importante papel en el apartado comercial y de servicios.
Por su ubicación junto al rio Danubio, Bratislava posee un importante puerto fluvial con una gran actividad comercial. La capital de Eslovaquia tiene grandes antecedentes monarcas, siendo el castillo de Bratislava el más característico que data del siglo XV, construido para el rey Segismundo de la monarquía húngara, que por aquel entonces, gobernaban estos lugares.
Este castillo se ha convertido en un museo arqueológico que exhibe grandes hallazgos en la nación, y que son parte de la historia de Eslovaquia, además incluye otros elementos históricos y artísticos importantes para la identidad nacional.
Otras edificaciones importantes de este país, incluyen el Museo de Historia Natural, el Museo de la Ciudad de Bratislava y la Galería Nacional Eslovaca. Esa última está también enfocada hacia el arte nacional e internacional, fundada en el año de 1948.
- La música y el arte también se apoderaron de Eslovaquia por la inmensa influencia recibida de los demás países europeos. Bratislava es considerada el centro histórico cultural de la nación y alberga edificaciones importantes para este tema y la identidad cultural que incluyen el Teatro Nacional Eslovaco, el Teatro de marionetas, el Teatro de la Arena y el Radošina Ingenuo.
La música ha tenido un especial protagonismo desde su florecimiento en el siglo XVIII, vinculando a la nación a grandes personales de las composiciones clásicas como a Mozart, Haydn, Liszt, Bartók y Beethoven.
SOBRE EL TURISMO EN ESLOVAQUIA
Eslovaquia ha progresado menos en las reformas de libre mercado que la República Checa, y por lo tanto el turismo no se ha desarrollado mucho.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, tenía una economía predominantemente agraria, y ahora sufre el legado de la dependencia de la industria pesada que presentó bajo el comunismo.
Eslovaquia es un país con gran potencial turístico, y si bien se ha beneficiado de su reparto de los recursos federales después del «divorcio» con la República Checa, son necesarias importantes inversiones en infraestructura turística.
La situación ha mejorado desde 2004, ahora que ambos países son miembros de la Unión Europea (UE). Eslovaquia es fuerte con sus propios poderes de comercialización y de evolución, aunque la aerolínea CSA sigue desempeñando un papel importante en la promoción de las atracciones del país. Es un nuevo puente sobre el Danubio en la frontera con Hungría que impulsará la actividad turística entre los dos países.
El principal atractivo de Eslovaquia para los visitantes extranjeros se encuentra en sus hermosos paisajes de montaña, más allá de las atracciones de la capital, Bratislava.
A diferencia de la República Checa, esta es una nación famosa por el vino, en lugar de la cerveza, aunque con algunas similitudes culturales a la vecina Hungría; por ejemplo, la música gitana tradicional es una parte importante de la oferta de entretenimiento a los turistas extranjeros en ambos países.
Otros ejemplo de patrimonio, en el este de Eslovaquia, son las iglesias ortodoxas, un recordatorio de la proximidad de la región a Rumania y Ucrania.