La Catedral de San Juan el Divino, ubicada en el barrio de Morningside Heights en Nueva York, es una de las estructuras religiosas más impresionantes y monumentales de la ciudad. Considerada la catedral anglicana más grande del mundo, este templo ha sido una obra en progreso desde su inicio a finales del siglo XIX. Sin embargo, a pesar de no estar completamente terminada, la catedral sigue siendo un destino fascinante, tanto por su imponente arquitectura exterior como por su rico y variado interior.
Asimismo, desde las cinco puertas de bronce que dan la bienvenida a los visitantes hasta el majestuoso rosetón y las columnas de granito que sostienen su estructura, San Juan el Divino es un testimonio de la persistencia y la dedicación de generaciones de constructores, arquitectos y artistas. Y su estilo arquitectónico, que mezcla elementos neorrománicos y neogóticos, hace que sea única en su tipo y un punto de referencia cultural en la Gran Manzana. En este artículo, te mostraremos la historia de esta catedral, su exterior y su interior lleno de historia y arte, así como algunos de los homenajes que se encuentran en su interior.
Historia y construcción de la Catedral de San Juan el Divino
La construcción de la Catedral de San Juan el Divino comenzó en 1892, tras la iniciativa del obispo Henry Codman Potter, quien quería competir con la Catedral de San Patricio, situada en la Quinta Avenida de Nueva York. Sin embargo, desde sus inicios, la obra estuvo marcada por retrasos y problemas estructurales, lo que hizo que el proceso de construcción avanzara lentamente. A pesar de estos desafíos, en 1899 se celebraron los primeros servicios litúrgicos en la catedral, aunque solo una parte del edificio estaba terminada en ese momento.
Por otra parte, la catedral fue diseñada inicialmente en estilo neorrománico, pero a medida que avanzaban las obras, se fueron incorporando elementos neogóticos, creando una mezcla arquitectónica que la hace única. De este modo, los trabajos de construcción continuaron de forma intermitente hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando los fondos destinados a la catedral se redirigieron a otros proyectos. Luego, tras el conflicto, las obras se reanudaron, pero la catedral sigue sin estar completamente acabada.
De igual manera, uno de los momentos más difíciles en la historia de San Juan el Divino fue en 2001, cuando un incendio destruyó parte de la nave transversal norte. No obstante, a pesar de estos contratiempos, la catedral continúa siendo un símbolo de perseverancia y dedicación, y sigue atrayendo a miles de visitantes cada año.
Exterior monumental y el rosetón
El exterior de la Catedral de San Juan el Divino es tan impresionante como su interior, ya que al acercarte, te sorprenderá la monumentalidad del edificio, que se alza a 70 metros de altura y abarca más de 11.000 metros cuadrados. En este caso, uno de los primeros detalles que captará tu atención serán las cinco puertas de bronce que dan acceso a la catedral. Cada una de estas puertas está ricamente decorada y coincide con una de las naves del interior, y justo encima de ellas, podrás admirar una escultura de San Juan el Divino, que vigila majestuoso la entrada al templo.
De igual forma, uno de los elementos más icónicos del exterior de la catedral es su rosetón, que con sus más de 10.000 piezas de cristal de colores y un diámetro de más de 12 metros, es el más grande de los Estados Unidos. La luz que atraviesa el rosetón baña el interior de la catedral, creando un ambiente lleno de colores y sombras que añade un toque mágico a la experiencia de los visitantes. Además, junto a la catedral, se encuentra un hermoso jardín que invita a la calma y la reflexión. Este espacio verde alberga la Fuente de la Paz, una escultura que representa la lucha entre el Bien y el Mal, con el Arcángel Miguel y Satanás rodeados de animales simbólicos.
El interior y las Capillas de las Lenguas
Una vez que atraviesas las impresionantes puertas de bronce, el interior de la Catedral de San Juan el Divino te dejará sin palabras. Este vasto espacio es la sexta iglesia más grande del mundo y alberga una riqueza cultural y artística sin igual. Además, el diseño interior mezcla elementos neorrománicos y neogóticos, y uno de los detalles más destacados son las ocho columnas de granito que rodean el santuario, dándole una presencia monumental y majestuosa.
En esta línea, dentro de la catedral, también se encuentran las Capillas de las Lenguas, un conjunto de siete capillas dedicadas a los grupos étnicos que llegaron a Nueva York a través de Ellis Island. Estas capillas están dedicadas a países como Alemania, Irlanda, Italia, España, Dinamarca y Francia, rindiendo homenaje a las diversas culturas que ayudaron a construir la ciudad. Y este detalle único añade una dimensión histórica y multicultural a la visita, ya que refleja la importancia de la inmigración en la historia de Nueva York. Además de las Capillas de las Lenguas, otro espacio significativo es la Capilla del Trabajo, que está dedicada a los trabajadores que perdieron la vida en los atentados del 11 de septiembre de 2001 y a los doce bomberos fallecidos en un incendio en 1966.
Homenajes dentro de la catedral
Dentro de la Catedral de San Juan el Divino, también encontrarás varios espacios dedicados a homenajes importantes, que hacen de esta catedral un lugar de memoria y reflexión. Por ejemplo, uno de los más impactantes es el espacio dedicado a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, ubicado en la Capilla del Trabajo. Este espacio no solo rinde homenaje a las víctimas del trágico ataque a las Torres Gemelas, sino también a los bomberos que perdieron la vida en su intento de salvar a otros.
A este respecto, otro de los homenajes destacados es la representación de las Capillas de las Lenguas, que, como hemos mencionado, están dedicadas a los diferentes grupos de inmigrantes que llegaron a Nueva York. Además de ser un recordatorio de la diversidad cultural que ha hecho grande a la ciudad, estas capillas son también una forma de celebrar las contribuciones de estos grupos a la identidad de Nueva York. Por otro lado, la catedral ofrece otros espacios de reflexión y memoria que pueden pasar desapercibidos para el visitante casual, como vitrales con escenas bíblicas y pequeños altares dedicados a figuras religiosas importantes.
Consejos para visitar la Catedral de San Juan el Divino
Si estás planeando visitar la Catedral de San Juan el Divino, a continuación te dejamos algunos consejos prácticos que te ayudarán a disfrutar al máximo de esta experiencia inolvidable:
- Visita temprano en la mañana: Llegar temprano te permitirá evitar las multitudes, especialmente durante los fines de semana. Además, la luz de la mañana realza los colores del rosetón, ofreciendo una experiencia visual inigualable.
- Explora el jardín y la Fuente de la Paz: No te limites a explorar solo el interior de la catedral. El jardín lateral es un espacio tranquilo donde podrás relajarte y admirar la Fuente de la Paz, una obra de arte que simboliza la lucha entre el Bien y el Mal.
- Consulta los horarios de eventos y servicios: La catedral a menudo alberga servicios religiosos, conciertos y eventos especiales. De este modo, revisar los horarios te permitirá planificar tu visita para coincidir con algún evento interesante, como los conciertos de órgano.
- Súbete al mirador: Si tienes tiempo, no te pierdas la oportunidad de subir al mirador de la catedral. Además, las vistas desde los 70 metros de altura son espectaculares y te ofrecerán una perspectiva única de la Amsterdam Avenue y más allá.
- Visita guiada: Si deseas profundizar en la historia y los detalles arquitectónicos, considera unirte a una visita guiada. Estas visitas te brindarán información adicional que te ayudará a apreciar más cada rincón de la catedral.
- Aprovecha la proximidad a Central Park: Después de tu visita, puedes continuar tu recorrido explorando Central Park, que está a pocos minutos caminando de la catedral. Por eso, es una excelente manera de complementar tu visita con un paseo por uno de los parques más icónicos del mundo.