La ciudad de Dublín en Europa sirve para dejar atrás la sobriedad inglesa, los irlandeses por extensión y los dublineses en concreto, son personas que disfrutan de la vida: beben, ríen y se divierten. Visitar Dublín supone, además, hacer una ruta por los principales pubs y bares de la ciudad: es de rigor salir por la zona del Temple Bar (el barrio viejo, donde abunda la multiculturalidad) y pedirse una pinta de Guinness bien fría (previa visita a Guinness Storehouse, la fábrica donde la maceran desde hace 250 años), y bebérsela en un ambiente relajado, acompañado de las gentes del lugar.
Capital de la cultura y las artes
Situado en la costa de la República irlandesa, Dublín cuenta, además de una extensa zona de diversión, con grandes nombres de la cultura, y excelentes lugares donde exponerla: Yeats, Bernard Shaw y Beckett nacieron en esta ciudad, así como Wilde, Swift y Stoker, lo que hace de la capital irlandesa una cuna cultural que aglutina el mayor número de bibliotecas, como el Museo Nacional de la Imprenta, la biblioteca Chester Beatty o la Biblioteca Nacional, dos lugares que conviene visitar para empaparse de la cultura irlandesa.
Son muchos, asimismo, los actores que han salido de los teatros dublineses: Colin Farrel (Alejandro Magno), Johnatan Rhys Meyers (Match point) o Gabriel Byrne (Stigmata). La tradición teatral de la ciudad es tal, que merece la pena, si nuestro nivel de inglés lo permite, ver una obra. Los teatros más populares son The Gaiety, The Abbey, The Gate y The Olympia.
Lugares curiosos que visitar en Dublín
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=4-4-XGWhG7w[/youtube]
No se puede abandonar Dublín sin visitar la estatua de Molly Malone, cuya cantinela se ha convertido en un himno apócrifo de la ciudad. Representada en la calle Grafton, la estatua de la pescadera prostituta cuenta hasta con una leyenda que afirma que su fantasma se pasea por las calles dublinesas.
