A medio camino entre Oriente y Occidente se erige la ciudad de Praga, una de las más bellas capitales del norte de Europa. Situada en el corazón de la República Checa, Praga es el “conservatorio de Europa”: fue en esta ciudad donde Mozart interpretó por primera vez Las bodas de Fígaro, donde se realiza el festival La Primavera de Praga, donde hay dos de las más grandes orquestas del mundo (la filarmónica y la sinfónica).
¿Qué visitar en Praga?
- La plaza de la Ciudad Antigua: Kafka nació cerca, en la calle Maiselova.
- El Museo Muchà: las magníficas obras de Alphònse Muchà, exponente del art noveau, es una de los imprescindibles de Praga.
- La Praga barroca, en los edificios de los barrios de Malá Strana y Staré Mesto: el Klementinum, la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto, la de San Nicolás de la Malá Strana, el puente Carlos…
- La tienda de marionetas a los pies del puente Carlos: Praga es el paraíso de las marionetas, y en esta tienda se pueden ver excelentes ejemplos.
- El castillo de Praga, de estilo gótico y con una “ciudad dentro”.
Transporte en Praga
Una de las grandes ventajas de Praga es su posibilidad de descubrirla a pie, aunque también se puede usar el transporte público, que es bastante eficiente. Se puede optar, asimismo, por utilizar el metro (con tres líneas, la A verde, la B amarilla y la C roja) o el tranvía, que circula desde las cinco de la madrugada.
Otras posibilidades de transporte son el funicular, que llega hasta la colina de Petrín, que cuenta con unas preciosas vistas; el alquiler de una barca o patín (que conduciremos nosotros mismos) o el barco.
Gastronomía
Más que un plato típico, Praga tiene una bebida típica: la cerveza. Los praguenses consumen 161 litros de cerveza por persona cada año. La cerveza se denomina pivo, del verbo pití (beber), y hay rutas de la cerveza, agrupadas por lo económico de su precio.