La Isla de Ellis se encuentra situada en la zona norte de la bahía de Nueva Jersey y sus funciones para con la ciudad han ido variando a lo largo de la historia.

Las tribus indias locales la denominaron Kioshk y, más tarde, en la etapa de la colonización era conocida como La isla de la Ostra. En la década de 1770, un hombre llamado Samuel Ellis se convirtió en su propietario y así quedó nombrada la famosa isla de Nueva York.

Un siglo después el Gobierno Federal compró la isla y su uso fue destinado a acciones meramente militares, hasta que la guerra de 1812 contra los ingleses la hizo convertirse en un fuerte.

Más tarde, la isla Ellis se convirtió en la principal aduana de la ciudad, llegando a recibir hasta 12 millones de pasajeros que iban temporalmente a Nueva York entre 1892 y 1954 que fueron inspeccionados legal y sanitariamente.

Durante la Primera Guerra Mundial la isla nuevamente cambió sus funciones: eran muy pocos los llegados a Nueva York y Ellis quedó destinada a la reclusión de extranjeros considerados enemigos o sospechosos.

Al acabar la guerra la isla volvió de nuevo a sus actividades aduaneras hasta el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Miles de refugiados que conseguían escapar de sus países en guerra llegaban a Ellis Island gravemente heridos o moribundos debido al peligroso viaje. Fue entonces cuando la isla se convirtió en una especie de hospital de campaña a la vez que realizaba las anteriores funciones de aduana.

Actualmente su uso se limita a las funciones exclusivamente turísticas. Reabierto en la década de 1990 tras una costosa remodelación, el Inmigration Museum rinde homenaje a la memoria de aquellos pasajeros de tercera clase que pasaron por Ellis Island antes de entrar a Nueva York.