La montaña de la Mesa, ubicada en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, es uno de los hitos naturales más conocidos del país y un símbolo reconocido a nivel mundial. En este sentido, con su característica cima plana, la montaña domina el paisaje de la ciudad y ha sido fuente de inspiración para viajeros y locales por igual durante siglos. Esta maravilla natural, considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo desde 2011, es parte del parque nacional Montaña de la Mesa y atrae a miles de visitantes cada año por sus impresionantes vistas y riqueza ecológica.

De igual modo, la montaña es un lugar donde la naturaleza y la historia se unen. De hecho, además de ser un destino atractivo para disfrutar de actividades al aire libre, también tiene un significado cultural y geológico único que la hace aún más fascinante. De manera que, subir a la montaña, ya sea en teleférico o a pie, ofrece una experiencia que combina la belleza del paisaje con la satisfacción de explorar un entorno natural incomparable.

En este artículo, te llevaremos a descubrir las características de la montaña de la Mesa, su geología, la flora y fauna que alberga, así como su historia y el significado cultural. Además, explicaremos las actividades que se pueden realizar y las vistas panorámicas que ofrece, destacando por qué este lugar es una parada obligada para cualquier visitante de Sudáfrica.

Características y geología

La montaña de la Mesa es conocida por su inconfundible cima plana, que se extiende aproximadamente tres kilómetros de lado a lado. Esta meseta, flanqueada por el Pico del Diablo al este y la Cabeza de León al oeste, forma un anfiteatro natural alrededor de Ciudad del Cabo y la bahía de la Mesa. Por ende, esta formación es el resultado de millones de años de erosión y actividad geológica, lo que le ha dado su distintiva apariencia. Así mismo, el punto más alto de la montaña, marcado por el faro de Maclear, alcanza los 1.086 metros sobre el nivel del mar, superando por 19 metros la estación del teleférico ubicada en el extremo occidental de la meseta.

De este mismo modo, geológicamente, la montaña está compuesta por arenisca cuarcítica, conocida como arenisca de la montaña de la Mesa, que es altamente resistente a la erosión y le da a la montaña su característico color gris. Esta capa se encuentra sobre una base de esquisto micáceo y granito del Cabo, lo que evidencia un origen que se remonta al período Ordovícico. Además, un fenómeno natural interesante es el llamado “mantel de nube”, que cubre la cima cuando los vientos soplan en dirección sur-oriental, haciendo que la humedad se condense al chocar con las laderas.

Flora y fauna de la montaña

La montaña de la Mesa es hogar de una biodiversidad excepcional, formando parte del reino florístico del Cabo, el más pequeño y diverso del mundo. Este entorno alberga alrededor de 2.200 especies de plantas, de las cuales muchas son endémicas. En este caso, el fynbos, un tipo de vegetación típica de esta región, predomina en la montaña y está compuesto por una variedad de arbustos y proteas que florecen en distintas épocas del año, ofreciendo un espectáculo visual único. Y entre las especies más notables se encuentra el árbol de plata, que solo crece de manera natural en la península del Cabo.

En cuanto a la fauna, el animal más común es el dassie o hyrax de roca, que se puede ver en grupos cerca de la estación superior del teleférico. A su vez, otros animales incluyen puercoespines, mangostas, serpientes y tortugas. No obstante, aunque en el pasado hubo leones y leopardos en la montaña, hoy en día estos grandes felinos están extintos en la zona. Sin embargo, el caracal o rooikat aún se puede avistar ocasionalmente, aunque es más difícil de observar por ser un animal sigiloso y nocturno.

Historia y significado cultural

La historia de la montaña de la Mesa está profundamente unida con la de los pueblos indígenas de la región, como los san y los khoikhoi, que habitaron el área hace miles de años. Estos primeros habitantes dejaron evidencias de su presencia, como herramientas y artefactos, que datan de más de 600.000 años. De esta manera, los san, cazadores y recolectores, utilizaban los recursos naturales de la montaña, mientras que los khoikhoi, que llegaron hace aproximadamente 2.000 años, trajeron consigo el pastoreo de ganado y ovejas.

A este respecto, el primer europeo en escalar la montaña fue el explorador portugués António de Saldanha en 1503, quien la nombró “montaña de la Mesa” debido a su característica cima plana. En esta línea, durante la ocupación británica en el siglo XVIII, se construyeron fortificaciones en la montaña para proteger la región, como el Blocao del Rey, que aún se conserva en buenas condiciones. 

Asimismo, la importancia histórica de la montaña se refleja también en las leyendas locales, como la competencia de fumar entre el diablo y el pirata Van Hunks, que supuestamente explica el fenómeno del “mantel de nube”. Por otro lado, el reconocimiento de la montaña de la Mesa como parque nacional en la década de 1990 y su inclusión como una de las siete maravillas naturales del mundo en 2011 son muestras de su valor cultural y natural.

Excursionismo y actividades en la montaña

La montaña de la Mesa es un destino muy popular para excursionistas y amantes de la naturaleza, ofreciendo más de 900 senderos de distintas dificultades. En este contexto, la ruta más utilizada es la garganta Platteklip, que permite un ascenso directo y relativamente corto hasta la cima, con una duración de entre 1 y 3 horas dependiendo del nivel de habilidad. Así, para los más aventureros, rutas como Skeleton Gorge y el camino de herradura desde Constantia Nek ofrecen desafíos mayores y vistas espectaculares.

En relación con ello, el teleférico es otra forma de llegar a la cima, proporcionando una gran experiencia gracias a su cabina giratoria de 360 grados, que permite a los pasajeros disfrutar de una vista panorámica durante el ascenso. Igualmente, la estación superior cuenta con miradores, caminos peatonales y un restaurante, lo que hace de la visita a la montaña una experiencia completa y accesible para personas de todas las edades.

Con respecto a esto, la escalada en roca también es una actividad popular en la montaña de la Mesa, con rutas bien documentadas y una política que favorece la escalada clásica sin el uso de clavos ni tornillos. Además, existen oportunidades para practicar rápel y explorar las cuevas de la montaña, como las cuevas Wynberg, que son inusuales por formarse en arenisca en lugar de piedra caliza.

Vistas y atracciones cercanas

Desde la cima de la montaña de la Mesa, los visitantes pueden disfrutar de vistas impresionantes de Ciudad del Cabo, la bahía de la Mesa y la isla Robben al norte, así como de la costa atlántica y el cabo Point hacia el sur. Además, la montaña está flanqueada por otros hitos notables, como la Cabeza de León y el Pico del Diablo, que, junto con Signal Hill, forman un anfiteatro natural conocido como City Bowl. Estos puntos cercanos ofrecen rutas de senderismo y vistas que complementan la experiencia de la montaña de la Mesa. 

Asimismo, actividades como paseos en helicóptero sobre la península del Cabo y visitas a los jardines botánicos de Kirstenbosch son opciones ideales para quienes buscan explorar más allá de la montaña.