Para quienes gustan de los paisajes naturales y las aventuras, no pueden dejar de visitar la montaña de Siete Colores en Perú, una de las maravillas más impresionantes del mundo. La montaña, también llamada Vinicunca, Winikunka, o Cerro Colorado, es una formación geológica que se encuentra en la cordillera del Vilcanota, a unos 100 km al sureste de Cusco, a una altitud de más de 5 mil metros sobre el nivel del mar.

Su principal atractivo son las franjas de colores intensos que cubren sus laderas y cumbres, creando un efecto visual similar al de un arcoíris, la montaña de Siete Colores es, sin duda, uno de los destinos más espectaculares que se pueden conocer en Perú. Quien se anime a visitarla, no debe olvidar respetar el medio ambiente, la cultura y las costumbres de las comunidades que viven en la zona, así podrá disfrutar de una experiencia única e inolvidable. Prepara los rotuladores de colores o los lápices de colores para viajar a este paraíso en Perú.

¿Cómo se formó la montaña de Siete Colores?

La montaña de Siete Colores es el resultado de una compleja historia geológica que se remonta a millones de años atrás, cuando la zona estaba cubierta por agua y sedimentos marinos, lacustres y fluviales. Estos sedimentos se fueron depositando en capas con distintos tamaños de granos y composiciones minerales, luego, el movimiento de las placas tectónicas elevó estos sedimentos hasta convertirlos en montañas. Finalmente, la erosión y la oxidación de los minerales le dieron los colores característicos a cada capa.

Según los expertos, la composición mineralógica de cada franja es la siguiente: El color rosado se debe a la arcilla roja, fangolitas, fango y arilitas (arena), el color blanco se debe a la arenisca cuarzosa y margas, ricas en carbonato de calcio, el color rojo se debe a las arcilitas (hierro) y arcillas pertenecientes al terciario superior, el verde se debe a las filitas y arcillas ricas en ferro magnesiano, la coloración marrón se debe al fanglomerado compuesto por roca con magnesio perteneciente a la era cuaternaria, y el color amarillo es por las areniscas calcáreas con minerales sulfurados.

¿Cómo llegar a la montaña de Siete Colores?

Para llegar a la montaña de Siete Colores hay que salir de la ciudad del Cusco y tomar la carretera Longitudinal de la Sierra del Sur (PE-3s) hasta el pueblo de Checacupe. Allí se toma una bifurcación hacia el pueblo de Pitumarca, donde se puede contratar un servicio turístico o seguir por cuenta propia por una trocha carrozable que pasa por varias comunidades campesinas hasta llegar a Pampa Chiri, el punto de partida para la caminata. Desde Pampa Chiri hay que caminar unos 5 km hasta el mirador de Vinicunca, donde se puede apreciar la vista panorámica de la montaña de Siete Colores.

El recorrido dura entre dos y tres horas, dependiendo del ritmo y la condición física de cada persona, también se puede alquilar un caballo para hacer el trayecto más cómodo. Es importante tener en cuenta que el clima en la zona es frío y variable, por lo que se recomienda llevar ropa abrigada e impermeable, así como protector solar, gorro, lentes y guantes. También es necesario estar bien aclimatado a la altura para evitar el mal de altura o soroche, que puede causar mareos, náuseas y dolores de cabeza, para prevenirlo, se sugiere beber mucha agua, comer ligero y masticar hojas de coca o tomar mate de coca.

¿Qué más se puede hacer en ese lugar?

La montaña de Siete Colores no es el único atractivo que ofrece la zona, también se puede visitar el Valle Rojo, un paisaje formado por rocas sedimentarias de color rojizo que contrastan con el verde de la vegetación. El Valle Rojo se encuentra cerca del mirador de Vinicunca y se puede acceder a él pagando un pequeño costo adicional.

Otra opción es continuar el recorrido hasta el nevado Ausangate, la montaña más alta de la región de Cusco, con 6.384 metros de altura, el Ausangate es considerado una montaña sagrada o apu por los pobladores locales, que le rinden culto y le ofrecen ofrendas. El nevado forma parte de una ruta de trekking de cinco días que pasa por lagunas, glaciares, aguas termales y otros paisajes impresionantes.