Oaxaca, situado en el corazón cultural y culinario de México, es un destino que deleita los cinco sentidos de todos los visitantes que se adentran a descubrir este estado mexicano. Con una historia rica y diversa, paisajes espectaculares y una gastronomía que es reconocida en todo el mundo, Oaxaca ofrece a los viajeros una experiencia única e inolvidable. Este fascinante rincón del sur de México se ha convertido en un crisol de culturas, hogar de numerosos grupos indígenas durante los siglos, como los zapotecas y los mixtecos, cuyas tradiciones han perdurado a lo largo de los siglos hasta la actualidad. La ciudad de Oaxaca de Juárez, su capital, es el corazón de la región, donde la riqueza histórica se mezcla con la vitalidad moderna de una urbe de más de un cuarto de millón de habitantes. Sus calles empedradas, plazas arboladas y arquitectura colonial transportan a los visitantes a una época pasada.

Pero Oaxaca es más que solo su capital, ya que, las maravillas naturales de este estado son igualmente impresionantes. Desde las playas del Pacífico hasta las impresionantes montañas de la Sierra Norte, pasando por lugares tan únicos como las formaciones rocosas de Hierve el Agua, Oaxaca ofrece aventuras en la naturaleza para todos los gustos. En este sentido, el turismo en Oaxaca se ha convertido en seña de identidad para la región, atrayendo a cada vez más visitantes a esta zona. El viaje por Oaxaca permite descubrir su historia, cultura, gastronomía y naturaleza. En este artículo, veremos en profundidad los distintos secretos que ver en Oaxaca y las actividades que hacer.

La ciudad de Oaxaca de Juárez

Para comenzar con el viaje por Oaxaca se debe visitar la ciudad más importante de la región, Oaxaca de Juárez, la capital del estado. Esta ciudad de profunda riqueza cultural y belleza arquitectónica cuenta con un centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, gracias a sus calles empedradas y plazas sombreadas por árboles centenarios que albergan edificios coloniales espléndidamente conservados. Además, la ciudad es la sede comercial del estado, existiendo multitud de restaurantes, bares, tiendas, etc. En caso de requerir cualquiera de estos servicios, se debe consultar un directorio con los distintos negocios en Oaxaca disponibles. Entre los lugares imprescindibles que ver en Oaxaca de Juárez están:

  • La plaza principal o Zócalo: El corazón de la ciudad de Oaxaca de Juárez es su animado Zócalo. Este amplio espacio público rodeado de edificios coloniales es un lugar perfecto para relajarse y empaparse de la atmósfera local. Se pueden disfrutar de la sombra de los árboles, mientras se escucha música en vivo o se contempla la majestuosidad de la Catedral de Oaxaca.
  • Catedral de Oaxaca: Esta impresionante catedral es uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura colonial en la región. Sus espléndidos detalles barrocos y neoclásicos cautivan a cualquier visitante que se adentra en su interior, destacando sus impresionantes altares, frescos y obras de arte religioso.
  • Templo de Santo Domingo de Guzmán: Este templo barroco es un testimonio del esplendor arquitectónico de la Oaxaca de Juárez. En su interior, se encuentra la capilla de la Virgen de Rosario, conocida por sus detalles dorados.
  • Jardín etnobotánico de Oaxaca: Este jardín es una joya escondida dentro de la ciudad, un lugar en el que explorar una impresionante variedad de plantas nativas de Oaxaca, aprendiendo sobre su importancia cultural y medicinal. Las instalaciones cuentan con guías que ofrecen recorridos informativos, siendo una experiencia única para entender la riqueza botánica de la región.
  • Museo de las culturas de Oaxaca: Este museo es una ventana a la historia y la cultura de Oaxaca. Sus colecciones incluyen arte prehispánico, objetos coloniales y una variedad de exposiciones temporales que exploran diferentes aspectos de la identidad oaxaqueña.

Hierve el Agua

Hierve el Agua es un lugar único dentro del estado de Oaxaca, una de las maravillas naturales más asombrosas que ver en México. Este sitio, conocido como popularmente como las cascadas petrificadas de Oaxaca, presenta formaciones geológicas sorprendentes que parecen cascadas congeladas en el tiempo. Las cascadas petrificadas se formaron a lo largo de miles de años, debido a la acumulación de carbonato de calcio y otros minerales que fluyeron con el agua mineral que brotaba de manantiales subterráneos. Estas acumulaciones minerales crearon impresionantes cascadas blancas de piedra caliza que se extienden por el borde de un acantilado.

Una característica interesante de Hierve el Agua es su apariencia, ya que, aunque parezca que estas «cascadas» son de agua, en realidad son formaciones de piedra sólida. Los manantiales de agua en la parte superior de las cascadas continúan fluyendo, lo que da la impresión de agua fluyendo sobre el borde. Además de la belleza natural, Hierve el Agua es conocido por sus piscinas naturales de aguas termales, que son un lugar perfecto para relajarse. Estas piscinas son alimentadas por los propios manantiales que fluyen desde las cascadas, siendo ricas en minerales, lo que las hace famosas por sus propiedades curativas y rejuvenecedoras.

Zona arqueológica de Monte Albán

La zona arqueológica de Monte Albán es uno de los restos arqueológicos más importantes de México, ubicado en las montañas de Oaxaca, a escasos 8 kilómetros de Oaxaca de Juárez. Este lugar es un testimonio de una de las civilizaciones precolombinas más importantes de Mesoamérica, la cultura zapoteca. Fundada alrededor del año 500 a.C., Monte Albán se convirtió en una metrópolis antigua que ocupaba la cima de la montaña. Sus habitantes, los zapotecas, construyeron impresionantes pirámides, templos y tumbas, creando una ciudad monumental que destacaba por su diseño urbano y arquitectura avanzada.

El sitio contiene una variedad de estructuras notables en buen estado de conservación, incluyendo la gran plaza, donde se encuentra la Gran Pirámide, un imponente templo que ofrece vistas panorámicas de los valles circundantes. Asimismo, hay numerosas tumbas y altares que ofrecen valiosa información sobre la vida y la religión de los zapotecas. Monte Albán es un ejemplo excepcional de urbanismo planificado en la antigüedad, gracias a su arquitectura y al diseño del sitio, que forman una sintonía perfecta con las estrellas y el ciclo solar, haciendo que esté considerado Patrimonio Mundial de la UNESCO.