Cortina d’Ampezzo es una estación en los Alpes italianos famosa por su glamour, pero en las magníficas cumbres que la rodean se puede practicar esquí del mejor.
Cortina d’Ampezzo es una ciudad de la provincia de Belluno, en la región del Véneto, al norte de Italia.
Es un alivio volver a ponerte los esquís y deslizarte por la larga y ondulante pista que comienza en lo alto del Lagazuoi. Casi al final de la pista pasas unas cataratas heladas que dan un bonito toque azul a las sombras de la montaña. Algo más adelante te aguarda otra sorpresa: un caballo y un trineo que hacen las veces de telesilla y que por sólo dos euros te deja en la última pista del Valle Escondido; una pista de dificultad baja que te lleva- rá de regreso a Cortina.
- Si llegas a Cortina desde el Passo Falzarego, que es lo que harás si esquías en el Valle Escondido, lo primero que notas son los bloques de piedra caliza de las Cinque Torri, que se alzan a modo de dientes recortados. Desde Cortina llaman mucho la aten- ción, pero dan la impresión de ser pequeños. Sin embargo, cuando esquías cerca de ellos parecen tremendamente imponentes. Ofrecen un espectáculo tan llamativo que el lugar se escogió para grabar algunas escenas de Máximo Riesgo, la película protagonizada por Sylvester Stallone en la que éste hacía de experimentado alpinista.
Al pie de las Cinque Torri se encuentran Socrepes y Pocol, una zona perfecta para principiantes y que sirvió de telón de fondo de la primera película de la Pantera Rosa allá por el año 1963. En el filme, David Niven (bueno, su doble) se deslizaba elegantemente por las pendientes de la zona.
Más allá de Socrepes está la zona de esquí de la Tofana, más amplia y con mayor pendiente. Y toda- vía más allá encontramos las pistas del Ra Valles, para los que tienen más nivel. Aquí tuve la oportunidad de hacer algo de esquí fuera de pista una tí- pica mañana de invierno en Cortina: unos centímetros de nieve recién caída, un cielo de un azul brillante y, aunque ya eran las diez de la mañana, delante de mí sólo había otras cuatro personas en los campos nevados aún intactos. ¡Todo un lujo!
- Al otro lado del valle están Faloria y Mietres, las otras dos zonas de esquí de esta estación, donde una semana después tuve la suerte de poder disfrutar de más nieve fresca y sol. Esta vez pasé entre los árboles y llegué hasta la base del destartalado telesilla que te lleva a la cima de la pista más empinada de Cortina: la Staunies, a una altitud de 2.930 metros.
Hay otro deporte que se practica mucho en Cortina: observar a la gente. Una vez el último telesilla se para hasta el día siguiente y los tonos rosáceos de la puesta del sol se van apagando las señoras de una cierta edad surgen de entre las sombras, engalanadas con pieles y joyas, para lucirse por la calle principal de la ciudad, la Corsa Italia. Y recuerda que estás en Italia, donde siempre tendrás buena comida y buen vino a pocos metros de distancia.