El verano es sinónimo de escapadas al mar, atardeceres infinitos y la brisa salada acariciando la piel. Para muchos viajeros, alojarse en un hotel frente al mar no es solo un capricho, sino una forma de convertir sus vacaciones en una experiencia verdaderamente inolvidable. La posibilidad de despertar con el sonido de las olas, disfrutar de un café con vistas al horizonte azul y tener la playa a pocos pasos son lujos que marcan la diferencia entre un viaje cualquiera y unas vacaciones de ensueño.
Para quienes buscan esa experiencia, BlueBay Resorts es un aliado perfecto. Esta cadena hotelera cuenta con presencia en algunos de los destinos más emblemáticos de la costa española y las islas nacionales, ofreciendo alojamientos pensados para sacar el máximo partido a las vacaciones frente al mar. Su propuesta combina confort, servicios de calidad y ubicaciones privilegiadas, permitiendo a los huéspedes relajarse sin renunciar a nada. En este artículo, vamos a recorrer cuatro destinos únicos donde BlueBay Resorts hacen realidad el sueño de unas vacaciones perfectas.
Marbella

Marbella es sinónimo de glamour y estilo mediterráneo, siendo la mayor joya de la Costa del Sol al combinar el encanto del casco antiguo andaluz con la sofisticación de sus playas y su vida social. La posibilidad de alojarse en un hotel frente al mar en Marbella significa tener acceso directo a extensas playas de arena dorada como la de Nagüeles o Cabopino, donde disfrutar de días soleados, deportes acuáticos y chiringuitos con el mejor ambiente.
Pero Marbella no se limita a la playa, ya que su casco antiguo es un laberinto de calle, plazas y restaurantes donde degustar la mejor gastronomía andaluza. Puerto Banús, con sus yates de lujo y tiendas de firma, aporta el toque cosmopolita que atrae a visitantes de todo el mundo, con la posibilidad de alojarse en el BlueBay Banús – Marbella. Esta combinación de tradición y modernidad convierte Marbella en un destino total donde cada día puede ser distinto.
Gran Canaria

Gran Canaria es un destino que sorprende por su asombrosa variedad de paisajes y experiencias. Su litoral ofrece kilómetros de playas para todos los gustos, con las icónicas dunas de Maspalomas, que se extienden como un pequeño desierto junto al mar o calas escondidas y tranquilas donde perderse del mundo. Por ello, al alojarse en un hotel frente al mar en Gran Canaria se puede tener el Atlántico como protagonista de cada jornada, con amaneceres impresionantes y tardes de relax bajo el sol canario.
Su capital, Las Palmas de Gran Canaria, ofrece historia y cultura en el barrio colonial de Vegueta, además de una vida urbana con restaurantes, museos y tiendas. En el interior de la isla, pueblos como Teror o Tejeda invitan a conocer la arquitectura tradicional y los sabores locales, mientras que sus montañas y barrancos ofrecen rutas de senderismo con vistas espectaculares. Gran Canaria se gana el nombre de “continente en miniatura” por la diversidad de experiencias que ofrece en un territorio relativamente pequeño, por lo que hospedarse en el BlueBay Beach Club – Gran Canaria es una opción para degustar al máximo la isla.
Lanzarote

Lanzarote es un destino extraordinario en el Atlántico, capaz de mezclar paisajes volcánicos de otro planeta con playas espectaculares y un legado artístico inconfundible. La posibilidad de dormir en un hotel frente al mar como el BlueBay Lanzarote significa contemplar el océano Atlántico en su versión más salvaje y hermosa, con puestas de sol memorables y una brisa marina que invita a relajarse. Además, playas como las de Papagayo o Famara son perfectas para nadar, tomar el sol, hacer submarinismo o practicar surf, mientras que el entorno volcánico añade un toque de aventura y misterio a cada excursión.
Más allá de sus playas, Lanzarote destaca por la impronta del artista César Manrique, que supo integrar la arquitectura con la naturaleza de forma mágica. Lugares como los Jameos del Agua, el Mirador del Río o la Cueva de los Verdes son paradas obligatorias para cualquier viajero que quiera comprender la esencia de la isla. El Parque Nacional de Timanfaya, con sus campos de lava y géiseres artificiales, es un espectáculo natural que parece sacado de otro planeta y deja huella en la memoria de quien lo visita.
Mallorca

Mallorca es la isla mediterránea por excelencia, capaz de ofrecer tanto vida urbana como calas escondidas y naturaleza salvaje. Su capital, Palma de Mallorca, es un destino adecuado para quienes aman el ambiente de ciudad junto al mar. La posibilidad de alojarse en el Bellevue Club – Mallorca y recorrer su casco antiguo, permite visitar la majestuosa catedral de La Seu o disfrutar de su paseo marítimo con vistas al Mediterráneo.
Fuera de la capital, Mallorca despliega una costa llena de calas con aguas turquesas, perfectas para quienes buscan un poco de intimidad y contacto directo con la naturaleza. Caló des Moro, Cala Varques o Es Trenc son solo algunos ejemplos de estos rincones paradisíacos. En el interior, la Serra de Tramuntana ofrece rutas de senderismo espectaculares y pueblos como Valldemossa o Deià, conservan el encanto más auténtico de la isla.
