Cantabria, una pequeña comunidad autónoma situada en el norte de España, es un destino que atrae a cada vez más turistas que buscan disfrutar del turismo rural auténtico. Esta comunidad autónoma es famosa por sus paisajes verdes, sus imponentes montañas y su costa salvaje. En este caso, hablaremos más concretamente del interior de Cantabria, que guarda un encanto especial que enamora a los viajeros que desean desconectar y degustar la tranquilidad de sus pueblos.

El turismo de interior en Cantabria permite a los visitantes sumergirse en la cultura local, disfrutar de actividades al aire libre y explorar rincones llenos de historia. Los pueblos cántabros ofrecen la oportunidad de descubrir una arquitectura bien conservada, degustar la gastronomía regional y conocer las costumbres de sus habitantes. Además, Cantabria cuenta con una gran variedad de alojamientos rurales, que brindan una experiencia única y acogedora. En este artículo, exploraremos diferentes aspectos del turismo rural en Cantabria, centrándonos en su naturaleza, tradición y la hospitalidad de sus pueblos. También destacaremos actividades al aire libre y lugares ideales cercanos disfrutar de una estancia inolvidable en el corazón del norte de España.

Villanueva de Villaescusa

Villanueva de Villaescusa es un pequeño pueblo rodeado de naturaleza y situado a pocos kilómetros del Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Este lugar, que cuenta con alojamientos rurales como el Hotel Casona Dos Lagos, es una opción perfecta para aquellos que desean desconectar y disfrutar de un entorno tranquilo, mientras exploran uno de los espacios naturales más importantes de Cantabria. El parque de Cabárceno es una excursión obligatoria para un día completo, al albergar grandes espacios para animales en semilibertad, así como llamativas exhibiciones de aves rapaces y leones marinos.

Alojarse en Villanueva de Villaescusa ofrece una experiencia auténtica de la vida rural cántabra. El pueblo conserva su encanto tradicional, con casas de piedra y balcones adornados con flores, ofreciendo diversas rutas de senderismo que permiten a los visitantes disfrutar de los paisajes circundantes. Además, su proximidad a Santander lo convierte en un punto estratégico para quienes desean combinar la tranquilidad rural con visitas a la capital cántabra.

Bárcena Mayor

Bárcena Mayor es uno de los pueblos más antiguos y mejor conservados de Cantabria, siendo declarado conjunto histórico-artístico por su belleza. Este pueblo, situado en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya, destaca por su entramado de calles empedradas y sus casas de piedra, decoradas con balcones de madera y flores, que le dan un aire medieval. De esta forma, Bárcena Mayor es el destino perfecto para quienes desean viajar al pasado y disfrutar de la arquitectura tradicional de Cantabria.

El entorno natural que rodea a Bárcena Mayor es ideal para practicar senderismo y rutas a pie. Los visitantes pueden disfrutar de paseos por frondosos bosques de robles y hayas, descubriendo la fauna y flora de esta zona protegida. Además, las rutas desde Bárcena Mayor permiten adentrarse en paisajes únicos, donde se respira tranquilidad y se siente la conexión con la naturaleza.

Potes

Potes, la puerta de entrada a los Picos de Europa en Cantabria, es un destino rural que combina la alta montaña y la naturaleza. Este pueblo, ubicado en el valle de Liébana, se distingue por su entorno montañoso y su rico patrimonio histórico. El centro histórico del pueblo es encantador, con un llamativo puente medieval sobre el río Deva, que muestra un casco histórico lleno de casas de piedra.

Alojarse en Potes permite disfrutar de una amplia variedad de actividades al aire libre, como el senderismo, la escalada y las rutas en bicicleta. Los visitantes pueden explorar los increíbles paisajes de los Picos de Europa, con excursiones a lugares emblemáticos como el teleférico de Fuente Dé o el monasterio de Santo Toribio de Liébana, uno de los principales puntos de interés religioso de la región, y, final del Camino Lebaniego, al ser el lugar en el que se guarda el trozo más grande del Lignum Crucis. Por otro lado, Potes también es conocido por sus eventos culturales, como la Fiesta del Orujo, que se celebra cada año y atrae a numerosos visitantes.

Carmona

En el valle de Cabuérniga, se encuentra el pintoresco pueblo de Carmona, un destino que destaca por su arquitectura montañesa y su tranquilidad. Este pueblo es un excelente ejemplo de la tradición cántabra, completamente lleno de casas de piedra que decoran sus balcones de madera con flores. Carmona ha sido declarado conjunto histórico y es considerado uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, lo que lo convierte en un lugar interesante para quienes buscan disfrutar de la vida rural.

Alojarse en Carmona es como viajar al pasado y vivir una experiencia auténtica en un entorno natural. El pueblo es un punto de partida perfecto para explorar el valle de Cabuérniga, con rutas de senderismo que permiten descubrir los paisajes montañosos de la zona. En Carmona, la oferta de alojamiento incluye casas rurales y posadas familiares que ofrecen una estancia acogedora y un trato cercano.

Liérganes

Liérganes es un pueblo con una gran riqueza histórica y cultural, famoso por su arquitectura barroca y sus leyendas, como la del Hombre-Pez. Este pueblo, declarado conjunto histórico-artístico, se encuentra a orillas del río Miera, siendo también conocido también por sus balnearios. En conjunto, Liérganes es un lugar perfecto para quienes desean combinar la tranquilidad del entorno rural con la historia y la cultura.

Alojarse en Liérganes permite disfrutar de un paseo junto al río o realizar una ruta de senderismo hacia las famosas «tetas de Liérganes», un par de montañas simétricas de unos 400 metros de altura que ofrecen unas vistas impresionantes de la zona. Del mismo modo, el chocolate con churros en Liérganes es una de las opciones habituales de los cántabros y los visitantes del pueblo, con diversos restaurantes en la zona que lo ofrecen en sus terrazas.