El turismo activo se ha convertido en una de las formas más atractivas de viajar y conectar con la naturaleza. Actividades como el senderismo, la escalada, el barranquismo o las rutas en bicicleta de montaña atraen cada año a miles de personas en busca de aventura y experiencias diferentes. Sin embargo, lo que muchas veces comienza como una jornada de ocio puede terminar en una situación de emergencia cuando no se toman las precauciones necesarias.
El número de rescates en la montaña ha crecido de forma alarmante tras la pandemia. Este hecho pone de manifiesto un problema cada vez más habitual entre los aventureros, derivado de la incertidumbre sobre si sus habilidades técnicas, físicas, o incluso su disponibilidad de tiempo y dinero son adecuadas para realizar actividades de montaña.

El problema no radica en disfrutar de la naturaleza, sino en hacerlo sin la información adecuada. Muchas personas subestiman los riesgos que conlleva la montaña, lo que genera accidentes que requieren la intervención de equipos de rescate. De esta forma, el turismo activo muestra un lado oscuro que va más allá de la diversión y plantea la necesidad de un enfoque más responsable y consciente.
El aumento de rescates y muertes en la montaña
Según los últimos datos, el número de rescates en las zonas de montaña ha aumentado de manera importante, reflejando una preocupación creciente por la seguridad de quienes se aventuran en actividades como el trekking, el alpinismo, el esquí o el trail running. Por ejemplo, con datos del año 2024, en Aragón se registraron 609 rescates y 25 muertes, en Cataluña , 1.933 rescates y 14 muertes, y, en lugares como los Alpes en Italia, la cifra se dispara hasta los 12.063 rescates y 466 muertes.
Muchas de las actividades requieren conocimientos técnicos o una condición física mínima que no siempre se conoce de manera clara antes de viajar. Un sendero que parece sencillo en fotografías puede esconder desniveles pronunciados, terrenos resbaladizos o tramos de alta montaña con condiciones meteorológicas cambiantes. Los datos son un reflejo claro de la dualidad entre las expectativas del viajero y su preparación real, debido a la falta de una evaluación del nivel para realizar estas actividades.
Un sistema para evaluar tu nivel y adaptarlo a las actividades

Con el objetivo de paliar este problema, B4Experience ha desarrollado una solución muy particular, un algoritmo basado en inteligencia artificial que analiza el nivel técnico y físico del usuario, comparándolo con las exigencias de distintas actividades al aire libre, ya sea trekking, alpinismo, esquí o trail running. Este algoritmo para medir el nivel técnico y físico del usuario tiene en cuenta la experiencia previa, el estado físico y las expectativas deseadas, recomendando las actividades que mejor se adaptan a cada perfil.
En este sentido, la herramienta es capaz de adaptar restricciones de tiempo y presupuesto según las necesidades personales. Esto permite a los usuarios planificar actividades que no solo sean seguras, sino también viables según sus condiciones personales. El sistema no solo ofrece una mayor seguridad, sino que también mejora la experiencia del viajero, evitando frustraciones y accidentes.
Este proyecto se ha realizado gracias al apoyo de la subvención «Última Milla», una iniciativa que impulsa la digitalización del sector turístico, financiada por la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España.
El papel de las empresas de turismo activo

Por otro lado, las empresas que ofrecen actividades de aventura desempeñan un papel importante a nivel de responsabilidad. Su responsabilidad va más allá de atraer turistas, ya que deben garantizar que la información proporcionada sea clara, honesta y adecuada a cada nivel. Una promoción que minimiza las dificultades puede convertirse en un factor de riesgo que contribuya al aumento de rescates en montaña.
Por tanto, ofrecer guías profesionales, evaluar la condición física de los participantes y dar instrucciones previas son medidas que marcan la diferencia entre una actividad segura y un accidente. La profesionalidad del personal y el compromiso con la seguridad deben ser la base del turismo activo, sobre todo en zonas de montaña donde los riesgos naturales están presentes.
De la misma forma, las empresas tienen la oportunidad de fomentar la educación de los turistas, explicando la importancia de llevar el equipo adecuado y de respetar los límites individuales. Con una comunicación responsable y con herramientas como el sistema de B4Experience, no solo se protege a los visitantes, sino que también se mejora la reputación del destino, convirtiéndolo en un lugar donde la aventura se disfruta con seguridad.