El inglés es, sin duda, el idioma más utilizado para comunicarse en todo el mundo. En el mundo de los viajes, ya sea para moverse en aeropuertos, alojarse en hoteles, visitar museos o comer en restaurantes, saber inglés facilita el acceso a servicios y experiencias en prácticamente cualquier destino. No importa si se viaja por Europa, Asia o América, siempre habrá personas que lo hablan, convirtiéndolo en una herramienta esencial para los aventureros.
De esta manera, enfrentarse a la barrera del idioma puede limitar la capacidad de disfrutar plenamente de un destino. Sin embargo, el inglés elimina muchas de estas barreras, permitiendo a los viajeros moverse con facilidad y resolver problemas si surgen. Por tanto, aprender inglés con profesores de calidad, como los que ofrece Superprof, es una manera perfecta para dominar el idioma. En este artículo, vamos a explicar cómo aprender inglés puede transformar los viajes, mejorando la capacidad de explorar lugares desconocidos y de disfrutar de experiencias más auténticas.
Comunicación en situaciones cotidianas

Cuando se viaja, saber inglés ayuda a desenvolverse con facilidad en situaciones cotidianas. En este sentido, el inglés sirve para pedir indicaciones, realizar reservas en hoteles o restaurantes o comprar entradas para un espectáculo. De esta forma, este conocimiento minimiza los malentendidos y hace que el viaje sea más fluido.
Por ejemplo, al llegar a un aeropuerto es probable que las señales y los anuncios estén en el idioma local y en inglés. Además, el personal de información suele usar este idioma para asistir a los viajeros, y, poder comunicarse en inglés facilita la interacción en estas situaciones, así como con taxistas, guías turísticos y otros profesionales del destino. Asimismo, más allá de lo básico, hablar inglés permite participar en actividades culturales, como tours guiados o talleres, ya que estos suelen tener más horarios en este idioma.
Conectar con personas y culturas
Uno de los mayores placeres de viajar es conocer personas nuevas y aprender sobre sus culturas. Hablar inglés permite comunicarse con personas locales y otros viajeros, enriqueciendo la experiencia con historias y perspectivas diferentes. En general, este idioma es común a la mayor parte de personas, eliminando barreras y fomentando la conexión humana.
Por ejemplo, en un hostal o durante un tour, es probable que encontrarse con personas de distintos países que hablan inglés. Por tanto, tener conversaciones con ellos no solo puede ser una forma de practicar el idioma, sino también de crear recuerdos y amistades que recordar al volver. Además, el inglés brinda acceso directo a las culturas locales. Muchas ciudades ofrecen actividades y eventos en inglés, ya sean funciones, espectáculos o exposiciones de arte.
Resolver problemas durante el viaje

Viajar puede ser impredecible, y enfrentarse a problemas inesperados es parte de la experiencia. En un viaje se pueden sufrir vuelos cancelados, pérdidas de equipajes, equivocaciones en direcciones, etc. En este contexto, saber inglés brinda mejores herramientas para resolver estas situaciones con rapidez y eficacia.
Por ejemplo, si se tiene un problema con la reserva de hotel, poder explicarlo en inglés al personal ayudará a encontrar una solución rápidamente. Del mismo modo, si se necesita ayuda médica o legal, el inglés será el idioma que probablemente se utilice para comunicarse con los profesionales adecuados. En estas situaciones, incluso un conocimiento básico del idioma puede ser fundamental para resolver el problema. Además, el inglés facilita el acceso a recursos como mapas, aplicaciones móviles y guías de viaje, la mayoría de los cuales están disponibles en este idioma.
Acceso a experiencias únicas
Hablar inglés no solo facilita los aspectos prácticos del viaje, sino que también abre la puerta a experiencias más auténticas y enriquecedoras. Muchas actividades turísticas, como muchas visitas guiadas a sitios históricos o diferentes experiencias de aventura al aire libre, están diseñadas pensando en viajeros que hablan inglés.
Por ejemplo, al visitar un museo en una ciudad extranjera, es común que las descripciones de las exhibiciones y los audioguías estén disponibles en el idioma local y en inglés. Esto permite comprender mejor la historia y la cultura del lugar, siendo también más probable encontrar talleres, clases o recorridos gastronómicos en inglés, lo que amplía las opciones de entretenimiento. Además, saber inglés da acceso a información más detallada sobre el destino, ya sea en formato de blog de viaje, vídeos en redes sociales, recomendaciones o guías digitales.