Las islas Seychelles, ubicadas en pleno océano Índico, son sinónimo de paisajes de postal, aguas cristalinas, naturaleza y tranquilidad absoluta. Este archipiélago compuesto por 115 islas ofrece un equilibrio perfecto entre turismo de lujo, espacios vírgenes y cultura criolla. Lejos del turismo masivo, Seychelles es el destino para quienes buscan belleza natural, experiencias auténticas y una profunda conexión con el entorno.
Las islas graníticas como Mahé, Praslin y La Digue albergan los principales centros turísticos, mientras que otras más remotas conservan un estilo de vida pausado y en armonía con la naturaleza. El viajero puede disfrutar tanto de relajación total como de excursiones activas, como senderismo, snorkel o ciclismo. En este artículo, vamos a hacer un recorrido por varios lugares imprescindibles que ver en las Islas Seychelles, pensados para que experimentes lo mejor del archipiélago.
Anse Source d’Argent, la playa más fotografiada del planeta

Anse Source d’Argent, ubicada en la isla de La Digue, es probablemente la playa más famosa de Seychelles y una de las más fotografiadas del mundo. Sus aguas turquesas, sus arenas blancas y sus enormes formaciones de granito erosionado crean un paisaje tan espectacular que parece irreal. Esta combinación de colores y texturas, junto con su poca profundidad y su oleaje suave, la convierten en un lugar perfecto para nadar, pasear y hacer fotos inolvidables.
Para acceder a Anse Source d’Argent es necesario entrar al parque privado L’Union Estate, donde además se puede visitar una antigua plantación de coco y vainilla. La caminata hasta la playa es breve, pero permite conocer parte de la historia agrícola de La Digue. Una vez en la costa, lo mejor es tomarse el tiempo para explorar las pequeñas calas entre rocas y observar cómo cambia el paisaje con la luz del sol.
Vallée de Mai, un bosque prehistórico en Praslin
En el corazón de la isla de Praslin se encuentra el Parque Nacional Vallée de Mai, una joya ecológica declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este bosque primitivo es uno de los pocos lugares del mundo donde crece de forma natural el coco de mer, una palmera endémica cuyas semillas, las más grandes del planeta. Estas semillas tienen una forma peculiar que ha alimentado leyendas durante siglos.
El sendero principal del parque está bien señalizado y permite adentrarse en una vegetación densa, dominada por palmeras gigantes y otras especies endémicas. El ambiente es húmedo, lleno de sonidos de pájaros como el papagayo negro de Seychelles, también en peligro de extinción. A lo largo del recorrido hay paneles informativos que explican el ecosistema único de este bosque y su importancia en la conservación de la biodiversidad.
Mahé y Victoria, la cultura criolla

Mahé, la isla principal de Seychelles, es también el centro económico, político y cultural del país. En este lugar se encuentra Victoria, una de las capitales más pequeñas del mundo, donde se mezcla la arquitectura colonial con mercados, templos hindúes, iglesias y museos.
Uno de los sitios más representativos de Victoria es el mercado Sir Selwyn Selwyn-Clarke, donde se venden frutas exóticas, pescado fresco, especias y artesanías locales. Muy cerca se encuentra el Jardín Botánico, un lugar perfecto para conocer las plantas endémicas del archipiélago y ver tortugas gigantes. También se puede visitar el Museo de Historia Natural para entender mejor la evolución geológica y cultural de estas islas.
Isla Curieuse, tortugas gigantes y manglares salvajes

La isla Curieuse, ubicada al norte de Praslin, es una reserva natural protegida que destaca por ser el hogar de una gran colonia de tortugas gigantes de Aldabra. Estas criaturas, que pueden vivir más de 150 años, se pasean libremente por la isla, lo que permite observarlas de cerca en su entorno natural.
Curieuse también es famosa por su ecosistema, que incluye bosques secos, manglares y formaciones graníticas. La excursión a Curieuse se suele realizar en barco desde Praslin, muchas veces combinada con snorkel en St. Pierre Islet, un islote cercano para explorar arrecifes de coral. Esta combinación de biodiversidad terrestre y marina convierte a Curieuse en una de las islas más completas de Seychelles.
La Digue

La Digue es la más tranquila y pintoresca de las islas principales de Seychelles. En esta isla el ritmo de vida es lento, y los medios de transporte más comunes son la bicicleta y el carro tirado por bueyes. Por ello, es una isla perfecta para desconectar y disfrutar del entorno sin prisas ni aglomeraciones.
Además de Anse Source d’Argent, La Digue alberga otras playas como Grand Anse y Anse Cocos, más salvajes y menos concurridas, adecuadas para quienes buscan paisajes más vírgenes. El interior de la isla también merece atención, con rutas de senderismo que atraviesan colinas cubiertas de vegetación tropical, destacando el Pico Nid d’Aigle, que ofrece vistas panorámicas inigualables del océano y las islas vecinas.
