Valencia es una ciudad que combina historia, modernidad, naturaleza y cultura en perfecta armonía. Esta ciudad, capital de la Comunidad Valenciana, está situada en la costa este de España. Pasear por sus calles es encontrarse con iglesias góticas, mercados centenarios, arquitectura futurista y amplios espacios verdes, todo a pocos pasos del mar. Su clima cálido, su cocina y su gente la convierten en un destino perfecto para todo tipo de viajero.
Con más de dos mil años de historia, Valencia ha sido testigo de numerosas civilizaciones que han dejado huella en su patrimonio. En este artículo, proponemos una selección de lugares imprescindibles que ver en Valencia. No están todos, pero sí los que mejor reflejan su esencia y diversidad.
La Ciudad de las Artes y las Ciencias

La Ciudad de las Artes y las Ciencias es uno de los complejos arquitectónicos más sorprendentes de Europa. Diseñada por Santiago Calatrava y Félix Candela, esta obra futurista se extiende sobre el antiguo cauce del río Turia y está compuesta por varias estructuras que parecen salidas de una película de ciencia ficción. Su perfil blanco, curvado y lleno de reflejos ha convertido este lugar en el símbolo contemporáneo de Valencia.
Entre los espacios más destacados se encuentra el Oceanogràfic, el acuario más grande de Europa, donde se pueden admirar especies marinas de todo el planeta. También sobresalen el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, con exposiciones interactivas para todos los públicos, y el Hemisfèric, una sala de proyecciones en 3D con forma de ojo. Todo el complejo está rodeado de zonas ajardinadas, lagos artificiales y amplios paseos para disfrutar del entorno.
El centro histórico y la catedral

El centro histórico de Valencia es uno de los más grandes y mejor conservados de España, junto con las otras capitales de provincia de la Comunidad Valenciana, Castellón y Alicante. Perderse por sus calles es adentrarse en siglos de historia que se reflejan en cada rincón, tanto ruinas romanas como palacios barrocos. En el corazón de esta zona se encuentra la catedral de Valencia, una mezcla de estilos arquitectónicos que van del románico al neoclásico, pasando por el gótico valenciano.
Uno de los elementos más destacados de la catedral es el Miguelete, su torre campanario. Al subir sus 207 escalones se puede disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. En el interior, la catedral guarda una pieza que muchos consideran el verdadero Santo Grial, lo que añade un componente místico e histórico a la visita. El centro es también hogar de importantes monumentos como la Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el Mercado Central, un ejemplo espectacular de modernismo valenciano.
El Mercado Central
El Mercado Central de Valencia es mucho más que un lugar para comprar alimentos, al convertirse en una experiencia sensorial que refleja la cultura gastronómica y social de la ciudad. Construido a principios del siglo XX en estilo modernista, destaca por su estructura metálica, sus vidrieras de colores y su impresionante cúpula.
Recorrer el mercado es sumergirse en los olores de frutas recién cortadas, mariscos vivos, embutidos tradicionales y especias locales. Además de productos para cocinar, también hay pequeños bares donde se puede probar una tapa, tomar un café o incluso disfrutar de un almuerzo con ingredientes del propio mercado.
Jardín del Turia
El jardín del Turia es un parque urbano único en el mundo, resultado de la transformación del antiguo cauce del río que atravesaba la ciudad. Tras una gran riada en 1957, se decidió desviar el curso del río y convertir su espacio en un corredor verde de más de 9 kilómetros que atraviesa Valencia de oeste a este.
Este parque ofrece una gran variedad de zonas temáticas: áreas deportivas, jardines botánicos, zonas de juegos infantiles, estanques, puentes históricos y espacios culturales. Se trata de un lugar perfecto para caminar, correr o montar en bicicleta, ya que cuenta con un carril exclusivo que conecta algunos de los puntos más importantes de la ciudad. Además, se encuentran también lugares emblemáticos como el Parque Gulliver, el Palau de la Música y la propia Ciudad de las Artes y las Ciencias.
La playa de la Malvarrosa

Valencia no sería la misma sin su conexión con el mar. La playa de la Malvarrosa, situada a solo unos minutos del centro, es la más famosa y concurrida de la ciudad. Esta playa, con más de un kilómetro de arena fina y aguas tranquilas, ofrece todos los servicios necesarios para disfrutar de un día al sol.
Además de su valor recreativo, la Malvarrosa tiene un fuerte arraigo histórico. En este lugar se estableció a finales del siglo XIX una comunidad de pescadores, y aún se conservan algunas casas tradicionales junto al paseo marítimo. Entre sus referencias culturales destaca la figura del escritor Vicente Blasco Ibáñez, cuya casa-museo se encuentra en esta zona, y que retrató en sus novelas la vida del barrio marinero.
