Mallorca es uno de los destinos turísticos más importantes del Mediterráneo, una isla conocida por sus playas paradisíacas, sus pequeños y singulares pueblos y sus paisajes espectaculares. En este contexto, para recorrer la isla, los visitantes suelen optar por coches de alquiler o transporte público, pero hay una alternativa mucho más práctica y emocionante: la moto. Este medio de transporte no solo facilita la movilidad, sino que transforma la experiencia del viaje en una auténtica aventura sobre dos ruedas.

De esta forma, alquilar una moto en Mallorca permite explorar la isla con total libertad, evitando las limitaciones de horarios y los inconvenientes del tráfico. Además, ofrece una conexión más directa con el entorno, permitiendo disfrutar al máximo de los impresionantes que la isla tiene para ofrecer. En este artículo, vamos a explicar las razones por las que alquilar una moto en Mallorca es la mejor decisión para disfrutar de la isla.
Libertad y flexibilidad en el recorrido
Uno de los principales beneficios de alquilar una moto en Mallorca es la libertad absoluta que ofrece para moverse por la isla. A diferencia del transporte público, que está sujeto a horarios y rutas fijas, la moto permite diseñar un itinerario completamente personalizado. No hay necesidad de esperar autobuses ni depender de excursiones organizadas: simplemente se enciende el motor y comienza la experiencia.
Mallorca cuenta con numerosos rincones escondidos que a menudo quedan fuera de las rutas turísticas convencionales. Gracias a la agilidad de la moto, es posible acceder a pequeñas calas, a impresionantes miradores y a multitud de pueblos sin preocuparse por el aparcamiento o las restricciones de circulación. Además, la moto brinda la posibilidad de cambiar de planes en cualquier momento sin complicaciones. Si el viajero decide quedarse más tiempo en un lugar o explorar un camino alternativo, no hay barreras que lo impidan.
Ahorro en transporte y en el estacionamiento

Alquilar una moto en Mallorca no solo es una opción cómoda y flexible, sino también es una alternativa económica en comparación con otros medios de transporte. En temporada alta, los precios de los coches de alquiler pueden dispararse, y el transporte público, aunque accesible, no siempre cubre todas las rutas deseadas como hemos visto anteriormente. La moto, por su parte, ofrece tarifas de alquiler más asequibles y un menor consumo de combustible, lo que se traduce en un importante ahorro para el viajero.
Además, la moto permite evitar los altos costes del estacionamiento en las zonas turísticas. Mientras que aparcar un coche en Palma o en otras áreas costeras populares puede ser complicado y costoso, las motos tienen la ventaja de contar con espacios exclusivos gratuitos en muchas zonas de la isla. Esto no solo representa un ahorro económico, sino también una gran comodidad a la hora de moverse sin preocupaciones. Por último, en ciudades y pueblos de calles estrechas, como Valldemossa o Deià, las motos tienen una clara ventaja sobre los coches. Su tamaño compacto facilita el desplazamiento y el estacionamiento en lugares donde el acceso en coche puede ser complicado.
Experiencia de conducción panorámica
Mallorca es famosa por sus carreteras panorámicas, y, esto hace que recorrerlas en moto sea una experiencia inigualable. En este sentido, desde la emblemática carretera de Sa Calobra hasta la sinuosa ruta de la Serra de Tramuntana, conducir una moto por la isla permite disfrutar de vistas espectaculares en todo momento. La sensación de libertad que proporciona el viento en la cara y la conexión con el entorno hacen que cada trayecto sea una aventura en sí misma.
A diferencia de viajar en coche, donde la visibilidad puede estar limitada por el techo o las ventanillas, en moto se tiene una vista despejada de los paisajes en todo momento. Esto permite apreciar cada detalle del camino, como los acantilados que caen al mar en las carreteras costeras o los campos de almendros en flor en el interior. De la misma forma, para los amantes de la fotografía, la moto es la mejor opción para capturar la esencia de la isla sin restricciones, pudiendo parar en cualquier momento para sacar una imagen única.
Evitar el tráfico y los problemas de movilidad

Durante la temporada alta, Mallorca recibe miles de visitantes, lo que puede generar tráfico intenso en zonas turísticas como Palma, Alcudia o Magaluf. Por tanto, desplazarse en coche durante estos meses puede ser un reto, con atascos y dificultades para encontrar aparcamiento. Alquilar una moto es la solución perfecta para evitar estos inconvenientes y moverse con facilidad por toda la isla.
Gracias a su tamaño reducido, la moto permite circular con fluidez incluso en calles congestionadas y encontrar aparcamiento en cuestión de minutos. Esto es especialmente útil en destinos con alta demanda turística, donde los coches suelen quedarse atascados en largas colas para acceder a ciertos puntos de interés. Además, las motos pueden acceder a zonas donde los coches tienen restricciones o limitaciones de circulación, como el casco histórico de Palma o algunas carreteras costeras con acceso limitado.
Una forma divertida y auténtica de explorar la isla
Más allá de la comodidad y la practicidad, alquilar una moto en Mallorca convierte el viaje en una experiencia mucho más emocionante y auténtica. La sensación de vida que se experimenta al recorrer la isla sobre dos ruedas es incomparable, permitiendo al viajero conectar de manera más íntima con su entorno.
Además, recorrer Mallorca en moto permite descubrir tanto rutas menos transitadas como rincones escondidos que difícilmente se encuentran en guías turísticas. En definitiva, alquilar una moto en Mallorca no es solo una opción práctica y económica, sino también una forma perfecta de vivir la isla con intensidad.
Lugares que ver en moto en Mallorca
Como hemos comentado, viajar en moto por la isla permite descubrir rincones, acceder a lugares menos turísticos y disfrutar de la sensación de libertad en cada kilómetro. Por ello, destacaremos algunos lugares imprescindibles para ver en moto en Mallorca. Cada uno de ellos ofrece una experiencia distinta, ya sea por sus curvas desafiantes, sus vistas panorámicas o la posibilidad de conectar con la naturaleza.
Sa Calobra: Un desafío en moto

Sa Calobra es uno de los lugares más emblemáticos de Mallorca, especialmente para los amantes de la conducción. La carretera que lleva hasta este enclave es famosa por sus curvas cerradas y desniveles, convirtiéndola en un auténtico reto para cualquier motero. Este tramo de montaña, conocido como la carretera de «nudo de corbata», es una de las experiencias más emocionantes que se pueden vivir sobre dos ruedas en la isla. Al llegar a Sa Calobra, los viajeros se encuentran con un paisaje espectacular. Este pequeño rincón de la costa norte alberga una de las playas más impresionantes de Mallorca, rodeada de imponentes acantilados.
Mirador de Es Colomer: Vistas de ensueño
El mirador de Es Colomer, situado en la península de Formentor, es una parada obligatoria en cualquier ruta en moto por Mallorca. Desde este punto se pueden contemplar unas de las vistas más espectaculares de la isla, con acantilados que caen sobre el mar Mediterráneo. La carretera que conduce hasta el mirador es un placer para los moteros, con curvas suaves y paisajes inolvidables en cada tramo. Una de las ventajas de recorrer esta zona en moto es la facilidad para aparcar en los miradores y disfrutar del entorno sin las complicaciones del tráfico.
Valldemossa: Historia y encanto en la Serra de Tramuntana

Valldemossa, ubicado en el corazón de la Serra de Tramuntana, es uno de los pueblos más llamativos de Mallorca. Sus calles empedradas, sus casas de piedra y la famosa Real Cartuja de Valldemossa, donde Chopin pasó un invierno componiendo algunas de sus obras más célebres, lo convierten en una parada imprescindible. Llegar en moto a Valldemossa es un placer, ya que la carretera que conecta con Palma ofrece un cómodo recorrido entre montañas. Además, a diferencia de los coches, la moto permite estacionar fácilmente y recorrer el pueblo con total comodidad. Desde Valldemossa, se puede continuar la ruta hacia Deià y Sóller, completando un recorrido por algunos de los pueblos más bellos de la isla.
Cala Mesquida: Un paraíso en el noreste de Mallorca
Cala Mesquida es una de las playas más impresionantes de Mallorca, situada en la costa noreste de la isla. Su arena dorada y sus aguas turquesas la convierten en un destino perfecto para un descanso en una ruta en moto. A diferencia de otras playas más concurridas, Cala Mesquida conserva un ambiente más tranquilo y salvaje, perfecto para quienes buscan desconectar de las zonas turísticas más populares. Una vez en Cala Mesquida, se puede aprovechar para darse un baño en sus aguas, explorar el fondo submarino o simplemente relajarse en la playa.
Santanyí y el Parque Natural de Mondragó

Santanyí es un encantador pueblo del sur de Mallorca que destaca por su arquitectura tradicional y su animado mercado. En este sentido, recorrer sus calles en moto permite disfrutar del ambiente de esta localidad, con casas de piedra dorada y plazas llenas de historia. Pero lo que realmente hace especial a esta parada es su proximidad al Parque Natural de Mondragó, una de las áreas protegidas más bellas de la isla. Este parque cuenta con varias calas de aguas cristalinas, como Cala Mondragó y S’Amarador, mágicas para hacer una pausa y disfrutar del entorno natural.