La comunidad autónoma de Cantabria, situada en el norte de España, es un destino idóneo para los amantes de la naturaleza. Esta comunidad autónoma, que a pesar de ser pequeñas es infinita como le gusta decir, es conocida por su variada geografía que combina montañas majestuosas, costas impresionantes y valles verdes que parecen sacados de un cuento. Se trata de un lugar donde los paisajes naturales se mantienen en su estado más puro, ofreciendo a los visitantes una experiencia mágica para desconectar y explorar.

La diversidad de Cantabria permite disfrutar de diferentes actividades al aire libre, con rutas de senderismo en frondosos bosques y paseos junto a acantilados de vértigo. Cada rincón de esta comunidad autónoma tiene su propio encanto y permite vivir experiencias diferentes en contacto con la naturaleza. En este artículo, vamos a descubrir cinco lugares imprescindibles en Cantabria que enamoran a cualquier amante de la naturaleza.

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno, mucho más que un zoológico

El parque de Cabárceno es uno de los lugares más visitados de Cantabria y un referente a nivel nacional. Este espacio natural está ubicado en una antigua mina de hierro romana, creando un enorme lugar para ver toda clase de animales salvajes en condiciones de semi-libertad. De esta manera, se convierte en una extensión de más de 750 hectáreas, con elefantes, tigres, jirafas u osos pardos. Los animales viven en grandes recintos que imitan su hábitat natural, lo que ofrece una experiencia diferente a los zoológicos convencionales.

Además, se puede recorrer el parque en coche, a pie o incluso disfrutar de las vistas desde su telecabina. Por otro lado, uno los mayores espectáculos de Cabárceno es su exhibición de aves rapaces, que muestra como vuelvan y cazas especies como el águila real, el buitre leonado o el halcón peregrino. Por todo ello, es una oportunidad única para pasar un día en la naturaleza en Cantabria en familia.

Los Valles Pasiegos, la tradición en estado puro

Los valles pasiegos son uno de los grandes tesoros naturales de Cantabria, que forman un refugio perfecto para quienes buscan tranquilidad y contacto directo con la naturaleza. En este lugar, el tiempo parece detenerse mientras los visitantes disfrutan de amplias praderas salpicadas de cabañas pasiegas, frondosos bosques y refrescantes ríos que bajan de las montañas cargados de agua.

Esta zona de Cantabria es perfecta para los amantes del senderismo y las rutas rurales, con excursiones que permiten realizar actividades como el avistamiento de rapaces. Además, se pueden descubrir pequeños pueblos como la Vega de Pas y San Roque de Riomiera, donde se conservan las tradiciones pasiegas y se respira autenticidad en cada paso. Asimismo, los valles pasiegos son famosos por su gastronomía, especialmente por los sobaos y la quesada, dulces típicos que representan la esencia de Cantabria.

El parque natural Saja-Besaya con sus bosques y su vida silvestre

El Parque Natural Saja-Besaya es una de las áreas naturales más grandes de Cantabria, con más de 24.000 hectáreas de bosques, montañas y ríos, convirtiéndose en un refugio para la fauna y flora autóctonas. Este lugar es perfecto para quienes buscan una inmersión total en la naturaleza, gracias a sus densos hayedos, robledales y rutas de senderismo.

Una de las mejores formas de disfrutar del parque es a través de sus rutas, como la subida a Brañavieja o los senderos que cruzan el hayedo de Monte Río Los Vados. Estas caminatas permiten descubrir paisajes de ensueño y observar especies de animales, si hay suerte, tales como ciervos, jabalíes y aves rapaces en su hábitat natural. La combinación de vegetación y fauna convierte al Saja-Besaya en un auténtico pulmón verde de Cantabria.

La costa Quebrada y sus acantilados y playas de postal

La costa Quebrada, ubicada en el litoral cántabro, es un espectáculo natural que deja sin aliento a cualquiera que la visite. Se trata de un tramo costero que se caracteriza por sus impresionantes acantilados, sus salvajes playas y sus formaciones rocosas, modeladas durante siglos por el mar Cantábrico. Por ello, es uno de los mejores ejemplos de geología natural en España, y un paraíso para los amantes de la fotografía y los paisajes marinos.

Entre los puntos más destacados de la costa Quebrada se encuentra la playa de Liencres, famosa por sus dunas, con unas vistas panorámicas espectaculares. Otra parada obligatoria es la Arnía, una pequeña cala conocida por sus peculiares formaciones rocosas que emergen del mar, creando un paisaje mágico. Cada rincón de esta zona de Cantabria permite vivir una experiencia diferente, ya sea para relajarse, hacer surf, explorar o simplemente contemplar la belleza natural.

El valle de Liébana, un paraíso entre montañas

El valle de Liébana, situado en los Picos de Europa, es uno de los lugares más impresionantes de Cantabria. Este valle, completamente rodeado de altas montañas, es un rincón natural que ofrece paisajes espectaculares. Como hemos comentado, es el punto de partida adecuado para explorar los Picos de Europa y descubrir su majestuosidad. Entre las actividades más recomendadas se encuentra la subida al teleférico de Fuente Dé, que ofrece vistas panorámicas incomparables de las montañas y los valles.

Por otro lado, también se pueden explorar sus pueblos, sobre todo Potes, capital del valle donde disfrutar de su arquitectura tradicional y su gastronomía local. Asimismo, en este lugar se encuentra el monasterio de Santo Toribio de Liébana, un importante lugar de peregrinación, final del camino lebaniego, en el que se encuentra el Lignum Crucis, el trozo más grande de la Cruz de Cristo.