El Altiplano de Granada es una de esas regiones que sorprenden por su autenticidad, sus paisajes infinitos y su gran cantidad de tesoros escondidos. Este territorio, situado en el norte de la provincia de Granada, está compuesto por las comarcas de Baza y Huéscar, ofreciendo un contraste sorprendente con la imagen más conocida de la Granada monumental. En esta zona, la vida rural, la historia y la naturaleza salvaje se entrelazan para dar forma a un destino perfecto para desconectar.

De esta forma, recorrer el altiplano es adentrarse en un mundo donde los pueblos conservan su esencia, las tradiciones siguen vivas y el tiempo parece detenerse. Por ello, casas cueva, imponentes montañas, yacimientos arqueológicos o parajes naturales vírgenes, esta región es perfecta para quienes buscan turismo rural de verdad. En esta zona, un alojamiento rural en Granada no es solo un lugar para dormir, sino parte de la experiencia al servir como centro de operaciones para multitud de opciones que hacer en el altiplano granadino. A continuación, vamos a recorrer varios lugares interesantes para descubrir el Altiplano de Granada, destinos que reflejan la riqueza cultural, histórica y natural de la zona.

Baza

Baza es una de las localidades más importantes del altiplano granadino y un punto de partida perfecto para comenzar una ruta por la zona. Su historia se remonta a tiempos íberos y romanos, aunque fue durante la época andalusí cuando alcanzó gran relevancia. En sus calles aún se respira ese legado histórico que mezcla culturas y épocas, con monumentos y rincones que merecen una visita pausada.

De esta manera, pasear por el casco histórico de Baza es recorrer siglos de historia. La Plaza Mayor, presidida por la iglesia de la Encarnación, es el corazón de la ciudad, rodeada de soportales y edificios históricos. Muy cerca se encuentran los Baños Árabes, perfectamente conservados, que permiten imaginar cómo era la vida cotidiana en la antigua Basti. La Alcazaba, aunque en ruinas, sigue siendo un símbolo de la importancia estratégica que tuvo Baza en el pasado.

Parque Natural de la Sierra de Baza

El Parque Natural de la Sierra de Baza es un auténtico pulmón verde en medio del paisaje semiárido del altiplano. Este lugar, con una altitud que supera los 2.200 metros en su punto más alto, alberga una gran diversidad de flora y fauna, con bosques de pinos y encinas, así como especies protegidas como el águila real o el jabalí. Por ello, se trata de un lugar perfecto para los amantes del senderismo, la fotografía de naturaleza y el turismo activo en general.

Dentro del parque existen múltiples rutas que permiten explorar su belleza con seguridad. Una de las más recomendables es la del mirador de Narváez, que ofrece vistas panorámicas mágicas y un área recreativa para descansar. Otra opción más exigente es la subida al Calar de Santa Bárbara, adecuada para senderistas con experiencia que buscan aventura y paisajes únicos. Una casa rural en Granada permite realizar estas rutas con calma, disfrutando de una jornada de exploración sin prisa.

Galera y la necrópolis de Tutugi

Galera es uno de esos pequeños pueblos que sorprenden por la riqueza de su pasado, situándose en un entorno agrícola y tranquilo. Este municipio esconde uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Península Ibérica, la Necrópolis de Tutugi. Em esta yacimiento se halló la famosa Dama de Galera, una escultura íbera con influencia fenicia que hoy se conserva en el museo Arqueológico Nacional de Madrid.

La visita al yacimiento permite entender la complejidad cultural de los pueblos íberos que habitaron la zona hace más de 2.500 años. Las tumbas excavadas en la roca, las ofrendas funerarias y la distribución del cementerio dan testimonio de una civilización avanzada y profundamente simbólica. Para complementar la experiencia, el museo de Galera ofrece una excelente colección de piezas originales y reproducciones, con paneles explicativos que hacen accesible la historia a todos los públicos.

Huéscar y la Sagra

Huéscar es otra de las localidades más importantes del altiplano granadino y destaca por su combinación de tradición, naturaleza y buen ambiente. Su centro histórico alberga calles tradicionales, iglesias barrocas y una vida tranquila que invita a dar un paseo, pero su verdadero tesoro está en los alrededores: la imponente presencia de La Sagra, la montaña más alta del norte de Granada con sus 2.383 metros de altitud.

La Sagra es un destino perfecto para los amantes del montañismo, el senderismo y la fotografía de naturaleza. La ruta hasta la cima es exigente pero muy popular, regalando unas vistas inolvidables del altiplano y las sierras cercanas. De igual forma, hay rutas menos intensas, perfectas para hacer en familia, que recorren bosques de pinos y paisajes casi alpinos. En invierno, incluso puede encontrarse nevada, añadiendo un toque mágico a la visita.

Orce y sus yacimientos prehistóricos

Orce es un pequeño pueblo con uno de los legados prehistóricos más relevantes de Europa. En esta zona se encuentran los yacimientos de Barranco León, Fuente Nueva y Venta Micena, donde se han descubierto algunos de los restos humanos más antiguos del continente, con una antigüedad de más de 1,4 millones de años. Estas excavaciones han situado a Orce en el mapa mundial de la paleoantropología, haciendo de esta localidad una parada obligatoria en una ruta por el altiplano granadino.

Visitar Orce es hacer un viaje a los orígenes de la humanidad en Europa. El museo de prehistoria de Orce permite adentrarse en este fascinante mundo a través de fósiles, herramientas de piedra y reconstrucciones de cómo vivían nuestros antepasados. También es posible acercarse a los propios yacimientos, donde se organizan visitas guiadas y actividades educativas, perfectas para familias o amantes de la arqueología.