Finalizado en 1930, el edificio Chrysler es un símbolo distintivo de la ciudad de Nueva York, que mide 319 metros y está situado en el lado este de Manhattan en la intersección de la calle 42 y la Avenida Lexington.

Construido originalmente por la corporación Chrysler, el edificio es actualmente copropiedad de TMW Real Estate y Tishman Speyer Properties. El edificio Chrysler fue diseñado por William van Alen para el contratista William H. Reynolds y posteriormente vendido a Walter P. Chrysler como sede central para su compañía.

En el momento en que se estaba levantando el edificio, los constructores de Nueva York se encontraban en una dura competición para construir el rascacielos más alto del mundo. El edificio Chrysler fue construido a una media de 4 plantas por semana y ningún trabajador murió durante su construcción.

Apenas antes de su finalización, el edificio se encontraba igualado con el de Wall Street 40 de H. Craig Severance, este último agregó posteriormente dos pies a su edificio y reclamó el título de edificio más grande del mundo (esta distinción excluía a las estructuras, tal como por ejemplo la Torre Eiffel).

El edificio Chrysler es un magnífico ejemplo del estilo arquitectónico Art Deco, la ornamentación distintiva de la torre está basada en los tapacubos usados por entonces en los automóviles Chrysler.

El vestíbulo es igualmente elegante. Cuando el edificio se abrió por primera vez contaba con una galería de acceso público en la parte alta, esta galería fue sustituida pocos años más tarde por un restaurante, pero ninguna de estas dos iniciativas fueron capaces de ser económicamente sostenibles durante la gran depresión así que el originario mirador se convirtió en un club privado.

Los pisos superiores del edificio son estrechos con techos inclinados y bajos, diseñados principalmente pensando en el aspecto exterior con interiores útiles únicamente para albergar emisoras de radio y otros equipamientos mecánicos y eléctricos.