Stonehenge, situado en las llanuras de Salisbury en el sur de Inglaterra, es uno de los monumentos prehistóricos más icónicos y misteriosos del mundo. Este impresionante conjunto de piedras erigidas en círculos ha capturado la imaginación de generaciones y ha sido objeto de innumerables estudios arqueológicos, científicos y especulaciones a lo largo de los siglos. Aunque gran parte de su construcción y propósito sigue siendo un enigma, Stonehenge continúa siendo una ventana fascinante al pasado neolítico y a las habilidades ingenieriles y culturales de sus constructores.

Este monumento histórico, descubierto y estudiado extensamente desde el siglo XVII, ha revelado pistas importantes sobre las sociedades prehistóricas que lo erigieron. Sin embargo, a pesar de los avances en la tecnología y la arqueología, muchas preguntas clave permanecen sin respuesta. ¿Cómo lograron transportar y levantar las enormes piedras? ¿Qué función cumplía este monumento en la vida de los antiguos británicos? ¿Cuál es el significado detrás de su alineación con los fenómenos astronómicos?

Este artículo explora estos misterios y ofrece una visión comprensiva de los aspectos más intrigantes de Stonehenge. A lo largo del artículo nos sumergiremos en la construcción del sitio, hablando sobre las técnicas y herramientas utilizadas, así como las teorías sobre el transporte de las piedras. Asimismo, analizaremos las diversas hipótesis sobre el propósito de Stonehenge, desde templo religioso hasta observatorio astronómico. Finalmente, revisaremos los descubrimientos arqueológicos más recientes y discutiremos los misterios que aún rodean a este fascinante monumento.

La construcción de Stonehenge

La construcción de Stonehenge es un testimonio de la ingeniería y la organización social de las comunidades neolíticas que habitaron Gran Bretaña hace más de 4.000 años. Para visitar este lugar se recomienda llegar a través de Amesbury, la próxma localidad inglesa situada cerca del Stonehenge. Este lugar fue construido en varias fases a lo largo de un período de aproximadamente 1.500 años, comenzando alrededor del 3100 a.C. y continuando hasta el 1600 a.C.

La primera fase de construcción involucró la creación de un anillo circular de zanjas y montículos de tierra conocido como henge, que incluía una entrada principal orientada hacia el noreste. Esta estructura inicial fue seguida por la colocación de postes de madera, cuya función aún no se comprende completamente. La segunda fase, que comenzó alrededor del 2500 a.C., fue cuando se erigieron las primeras piedras, conocidas como los bluestones. Estas piedras, que pesan entre 2 y 4 toneladas cada una, fueron transportadas desde las montañas Preseli en Gales, a más de 200 kilómetros de distancia. La logística de mover estas piedras sigue siendo un misterio, aunque se cree que se utilizaron rodillos de madera, trineos y balsas. La fase final de construcción involucró la colocación de las enormes piedras sarsen, que pesan hasta 25 toneladas. Estas piedras fueron extraídas de Marlborough Downs, a unos 30 kilómetros de Stonehenge, y, se erigieron en un círculo exterior con un anillo interior de trilitos, formaciones de dos piedras verticales con una piedra horizontal encima. La alineación precisa de estas piedras con los solsticios de verano e invierno sugiere un conocimiento avanzado de astronomía.

Las técnicas exactas utilizadas para levantar y colocar estas piedras colosales aún son objeto de debate. Algunas teorías sugieren el uso de rampas de tierra y poleas primitivas, mientras que otras proponen métodos aún más ingeniosos. A pesar de estas incógnitas, es evidente que la construcción de Stonehenge requirió una cooperación y planificación a gran escala, así como un profundo conocimiento de la ingeniería y la astronomía.

Propósito y significado de Stonehenge

El propósito y significado de Stonehenge han sido objeto de especulación y debate durante siglos. Diversas teorías han surgido, cada una respaldada por diferentes tipos de evidencia arqueológica y científica. Estas teorías buscan explicar no solo por qué se construyó Stonehenge, sino también cómo se utilizó y qué simbolizaba para las personas que lo erigieron.

  • Una de las teorías más antiguas y extendidas es que Stonehenge funcionaba como un templo religioso. Esta hipótesis sugiere que el sitio era un lugar sagrado donde se llevaban a cabo ceremonias y rituales. La alineación de las piedras con los solsticios de verano e invierno apoya la idea de que Stonehenge tenía una importancia espiritual, relacionada con el culto al sol y las estaciones. Este alineamiento no es accidental y muestra un conocimiento avanzado de astronomía por parte de sus constructores.
  • Otra teoría prominente es que Stonehenge era un observatorio astronómico. Los arqueólogos y astrónomos han señalado que las piedras están alineadas de tal manera que pueden marcar eventos celestiales importantes, como los solsticios y equinoccios. Esto sugiere que los antiguos británicos podían haber utilizado Stonehenge para seguir el curso del sol, la luna y posiblemente las estrellas, lo que habría sido crucial para la agricultura y la organización de festivales.
  • Stonehenge también se ha interpretado como un cementerio o lugar de entierro. Excavaciones han descubierto restos humanos en el sitio, lo que sugiere que pudo haber sido un lugar de entierro para personas importantes o una necrópolis ceremonial. Esta teoría se ve respaldada por el hallazgo de restos óseos y artefactos que indican prácticas funerarias complejas.
  • Otra posibilidad es que Stonehenge sirviera como un centro de sanación. Algunos investigadores sugieren que las propiedades de las piedras, especialmente los bluestones traídos de Gales, tenían un significado curativo. Las personas podrían haber viajado grandes distancias para ser curadas en este lugar sagrado.

Descubrimientos recientes y misterios sin resolver

A pesar de más de un siglo de investigación, Stonehenge sigue guardando muchos de sus secretos. Sin embargo, los avances en la tecnología y la metodología arqueológica han permitido realizar descubrimientos recientes que arrojan nueva luz sobre este enigmático monumento y plantean nuevas preguntas. Uno de los descubrimientos más significativos de los últimos años ha sido la detección de estructuras subterráneas alrededor de Stonehenge mediante el uso de tecnología de georradar (GPR) y LIDAR (detección y rango de luz). Estas tecnologías han revelado un paisaje oculto de fosos, zanjas y posibles asentamientos que sugieren que Stonehenge no era un monumento aislado, sino parte de un complejo más grande y estructurado.

Además, excavaciones recientes han encontrado evidencia de que las piedras de Stonehenge fueron reutilizadas de un monumento anterior ubicado en Gales. Esta teoría, conocida como la hipótesis de Stonehenge reciclado, sugiere que las piedras bluestones fueron inicialmente erigidas en un círculo en las montañas de Preseli y luego transportadas a Salisbury Plain. Este hallazgo desafía la noción de que Stonehenge fue construido de una sola vez y plantea preguntas sobre el significado original de las piedras. Otro misterio sin resolver es el origen preciso de los sarsens, las enormes piedras que forman el círculo exterior de Stonehenge. Aunque se sabe que provienen de una región a unos 30 kilómetros de distancia, la forma exacta en que fueron transportadas sigue siendo un enigma. Las teorías van desde el uso de rodillos de madera hasta trineos y balsas en ríos estacionales.

A pesar de estos avances, muchas preguntas persisten. ¿Cuál fue el propósito final de Stonehenge? ¿Cómo se lograron transportar y erigir las piedras gigantescas? ¿Qué rol exacto jugaba el monumento en la vida de las comunidades neolíticas? Estos misterios continúan fascinando tanto a los arqueólogos como al público en general.