Quien se aventure a pasar sus vacaciones en la bella Costa Amalfitana puede encontrar el rincón soñado para contemplar los atardeceres de la costa italiana desde los ventanales del Hotel Santa Caterina.
¿Por qué este alojamiento y no otro?, se preguntará el romántico turista. El Hotel Santa Caterina representa un salto cualitativo en todo periodo vacacional o estancia breve que se realice para contemplar el mar Tirreno y relajarse. Situado en Amalfi, en la Campania italiana, el Hotel Santa Caterina personifica el confort de un cinco estrellas mediterráneo: cuenta con una playa privada, zona de pesca, sauna, gimnasio, baño turco, solárium, piscina al aire libre (con bar en la misma piscina), instalaciones deportivas, sauna, spa, balneario, servicio de masajes e instalaciones de hidroterapia, entre otras.
Además de estos servicios y de los comunes con el resto de hoteles (como el minibar, ADSL y la cama suplementaria), el Hotel Santa Caterina cuenta con televisión por satélite, jardín, fax, servicio de niñera y traslados a la estación de tren.
Con vistas al mar
Las vistas son un gran punto a favor de este hotel, como se comentaba al inicio: las vistas panorámicas y el acceso a una playa rocosa, tan enigmática como el mar que la baña, son dos atractivos que no se pueden dejar pasar, en especial si se trata de un viaje romántico.
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No en vano, la costa de Amalfi pasa por una de las más bellas de Italia, y la propia ciudad amalfitana, a sólo un kiómetro del Hotel Santa Caterina, ha sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Únicamente queda disfrutar de la estancia con un brindis… de limoncello, por supuesto.