La ciudad de La Paz fue fundada en 1548 por el español Alonso de Mendoza y se erige entre los picos andinos a una altitud de 3,650 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndola en una de las capitales más altas del mundo. Sus calles estrechas y empinadas, su arquitectura colonial y su bullicioso mercado, el famoso Mercado de las Brujas, son solo algunos de los tesoros que ofrecen al mundo. Aquí se pueden probar sus delicias culinarias, como el famoso plato nacional «salteñas», o el picante «aji de lengua», que convierten la gastronomía paceña en un punto especial deleitando a los paladares más exigentes con sabores auténticos.
Una de las curiosidades más fascinantes de La Paz es su red de teleféricos urbanos, que ofrece una forma única de transporte y unas vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y los picos nevados de los Andes. Además, la ciudad alberga una mezcla de culturas indígenas y españolas, lo que se refleja en su arte y música, así como en la ya mencionada gastronomía. En esta ciudad, existe la oportunidad de presenciar una actuación de danza folclórica en alguno de los teatros locales, donde se experimenta la pasión y la energía de la cultura boliviana en vivo.
La rica cultura de la ciudad de la Paz está presente en sus maravillosos y numerosos museos y galerías de arte, que esperan ser explorados y dejar lecciones importantes a los viajeros. También el Museo Nacional de Etnografía y Folklore ofrece una fascinante visión de la historia y las tradiciones de Bolivia, mientras que la Galería de Arte Contemporáneo Plurinacional exhibe obras de artistas bolivianos contemporáneos. En este artículo hablaremos sobre los lugares imperdibles que ver en la ciudad de La Paz y las cosas para hacer en una de las capitales de mayor altura de todo el mundo.
Plaza Metropolitana Murillo
La Plaza Metropolitana Murillo se encuentra en el corazón del centro histórico de la Ciudad de la Paz y es el epicentro de la vida política y cultural de Bolivia. Nombrada en honor al líder independentista Pedro Domingo Murillo, esta plaza es testigo de siglos de historia y sigue siendo un lugar emblemático para los bolivianos y visitantes. Rodeada por grandes edificios gubernamentales, la Plaza Murillo alberga dos de las instituciones más importantes del país: el Palacio Presidencial y la Asamblea Legislativa Plurinacional. Estas imponentes estructuras, con su arquitectura colonial española, son un recordatorio de la rica historia política de Bolivia.
Las actividades culturales y sociales que se pueden experimentar en la Plaza Murillo son bastante diversas, pues es el lugar ideal donde convergen lugareños y turistas para disfrutar. Desde manifestaciones políticas hasta conciertos al aire libre, la plaza siempre está llena de vida y energía. Los visitantes pueden dar un paseo por sus jardines bien cuidados, admirar las estatuas de héroes nacionales y observar de cerca el cambio de guardia en el Palacio Presidencial. Este lugar es un símbolo de la identidad y la historia de Bolivia, por lo que una visita es imprescindible durante un viaje por esta región suramericana.
Mercado de las Brujas
El Mercado de las Brujas es un destino colorido y bullicioso, imprescindible para aquellos que desean explorar la cultura indígena boliviana y descubrir los secretos ancestrales de la región. Aquí, los curanderos y chamanes venden una amplia variedad de hierbas medicinales, amuletos, fetiches y otros objetos utilizados en prácticas de curación y protección espiritual. Los viajeros pueden sumergirse en este mundo místico mientras exploran los puestos llenos de productos exóticos y escuchan las historias de los vendedores sobre sus poderes y usos.
Además de los artículos relacionados con la magia y la espiritualidad, el Mercado de las Brujas también es conocido por su variedad de alimentos y productos locales. En este lugar, los visitantes pueden encontrar una amplia gama de ingredientes tradicionales utilizados en la cocina boliviana, como hierbas aromáticas, especias, frutas secas y mucho más. También es el punto ideal para degustar de los platillos típicos de la región, con delicias locales como las «api morado» y las «tuntas», que no dejan indiferente a nadie. Incluso es posible encontrar una gran variedad de artesanías, textiles y recuerdos que reflejan la rica diversidad cultural de Bolivia.
Valle de la Luna
El Valle de la Luna está situado a pocos kilómetros del centro de La Paz, y es un destino hermoso que parece sacado de otro mundo. Este paisaje único, caracterizado por sus formaciones rocosas erosionadas y su apariencia desértica, ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable. El Valle de la Luna tiene una historia geológica fascinante que se remonta a millones de años atrás, cuando los movimientos tectónicos y la erosión del viento y el agua moldearon el terreno para crear las extrañas formaciones rocosas que se ven hoy en día. Los minerales presentes en la tierra han dado lugar a una paleta de colores sorprendentes que varían desde tonos tierra hasta rojos y blancos brillantes.
Una de las actividades más populares en el Valle de la Luna es el senderismo y la exploración de sus numerosos pasajes estrechos. Los viajeros pueden caminar entre las formaciones rocosas, admirar las impresionantes vistas panorámicas del valle y descubrir cuevas y cavernas ocultas a lo largo del camino. Además, el valle es un lugar popular para la observación de aves y la fotografía, con una abundante vida silvestre y paisajes únicos que ofrecen infinitas oportunidades para capturar momentos memorables, por lo que es una parada imprescindible durante el viaje a Bolivia.
Mirador de Killi Killi
El Mirador de Killi Killi se encuentra convenientemente a tan solo unos 4 kilómetros de la Plaza Murillo y es uno de los puntos de interés turísticos más importantes de la ciudad de La Paz, Bolivia. Este mirador ofrece a los visitantes una vista panorámica impresionante de la ciudad y sus imponentes montañas circundantes. El mirador de Killi Killi es un lugar popular para disfrutar de espectaculares puestas de sol, capturar fotografías inolvidables y contemplar la majestuosidad de la capital boliviana desde las alturas.
Las actividades en el Mirador Killi Killi son variadas y van desde simplemente contemplar el paisaje, hasta realizar actividades recreativas al aire libre. Muchos viajeros eligen llevar una manta y hacer un picnic mientras que otros disfrutan de las vistas panorámicas y la brisa fresca de la montaña. También es posible practicar yoga o meditación en este entorno tranquilo y sereno, aprovechando la energía positiva que emana del lugar y su conexión ancestral muy importante para los locales. Su nombre proviene del Quechua y significa «brillante, brillante» haciendo alusión a que es un punto especial para la observación de estrellas, por lo que una visita a este lugar es imprescindible.
Plaza Mayor de San Francisco
La Plaza San Francisco está rodeada por edificios coloniales y bordeada por hermosos jardines, siendo un lugar emblemático donde los viajeros pueden sumergirse en la rica herencia de la ciudad y disfrutar de su encanto único. Su historia se remonta al siglo XVI, cuando fue fundada por los primeros colonizadores españoles. En sus inicios, la plaza servía como punto de encuentro para comerciantes, además de albergar a la primera iglesia construida en La Paz, la Iglesia de San Francisco, que aún domina el horizonte de la plaza con su impresionante arquitectura barroca mestiza. Con el tiempo, la plaza se convirtió en un importante centro social y cultural, donde se celebraban eventos públicos, festivales y ceremonias religiosas.
En la actualidad, la Plaza San Francisco sigue siendo un lugar animado donde los lugareños y turistas se reúnen para disfrutar de diversas actividades. Desde pasear por sus senderos sombreados y relajarse en los bancos bajo la sombra de los árboles centenarios, hasta disfrutar de una comida típica al aire libre en alguno de los cafés y restaurantes que rodean la plaza. Además, la plaza alberga eventos culturales y festivales durante todo el año, incluyendo conciertos de música en vivo, exposiciones de arte y ferias de artesanías, por lo que es una parada que no puede faltar durante un viaje a esta hermosa ciudad suramericana.