Caminar por la Quinta Avenida es entrar en una de las calles más famosas del mundo, un lugar entre rascacielos y escaparates brillantes, donde se mezclan el lujo, la historia y el ritmo acelerado de Nueva York. Es el tipo de lugar donde puedes desayunar en una cafetería clásica, comprar en una boutique exclusiva y terminar el día contemplando la ciudad desde lo alto de un rascacielos.

Más allá de su fama como destino de compras, la Quinta Avenida alberga algunos de los edificios y monumentos más representativos de Nueva York, como la elegancia neogótica de la Catedral de San Patricio y la vista impresionante desde el Empire State Building. Además, durante el año, esta avenida se convierte en el escenario de grandes eventos, como el desfile de Acción de Gracias y la ceremonia de encendido del árbol en Rockefeller Center. En este artículo, te contamos cómo llegar a la Quinta Avenida, qué lugares no puedes perderte, qué opciones gastronómicas hay en la zona y cuáles son los eventos más importantes que se celebran aquí.

¿Cómo llegar a la Quinta Avenida?

Para llegar a la Quinta Avenida, el metro es la opción más rápida y eficiente. En este sentido, las líneas N, R y W paran en la estación 5 Av/59 St, cerca de Central Park, mientras que la línea 7 llega a Grand Central, a pocos pasos. Mientras que los autobuses M1, M2, M3 y M4 recorren la avenida y permiten desplazamientos cómodos. 

Asimismo, tomar un taxi o usar aplicaciones de transporte es conveniente si prefieres evitar las multitudes. Y caminar también es una excelente alternativa, especialmente si vienes desde Times Square o Bryant Park.

Principales atracciones en la Quinta Avenida

A lo largo de esta avenida, los visitantes pueden descubrir edificios históricos, museos de renombre y lugares que han marcado la identidad de Nueva York. A continuación, veamos algunos de los más interesantes:

  • Empire State Building – Su observatorio en la planta 86 permite ver la ciudad a 320 metros de altura y la iluminación nocturna cambia según eventos y festividades. En su caso, su historia, que comenzó en 1931, lo convirtió en uno de los rascacielos más famosos del mundo. Ten en cuenta que la subida en ascensor es rápida, pero conviene llegar temprano para evitar largas filas.
  • Catedral de San Patricio – En el caso de esta catedral, su imponente fachada neogótica contrasta con los modernos edificios que la rodean. En su interior, los vitrales dejan entrar una luz impresionante, creando un ambiente sereno y alberga un órgano de más de 7.800 tubos y es escenario de importantes celebraciones religiosas. La entrada es gratuita, pero se recomienda ir fuera de los horarios de misa.
  • Biblioteca Pública de Nueva York – Los dos leones de mármol en la entrada de esta biblioteca han sido testigos de décadas de historia y el Salón de Lectura Rose Main es una de las salas más espectaculares, con techos decorados y largas mesas de madera. En este caso, se puede visitar sin costo, y ocasionalmente ofrece exposiciones de manuscritos históricos y primeras ediciones.
  • Rockefeller Center – Este complejo reúne tiendas, restaurantes y el popular árbol de Navidad en diciembre. De hecho, subir al mirador Top of the Rock permite una vista panorámica sin obstáculos de Central Park y el Empire State. Y en invierno, su pista de hielo es una de las más fotografiadas de la ciudad.
  • Museo Metropolitano de Arte – Con más de dos millones de obras, ofrece una colección que abarca desde momias egipcias hasta pinturas renacentistas. Además, su sección de arte medieval, con el famoso Unicornio Cautivo, es una de las más visitadas y la terraza en la azotea ofrece una vista espectacular del skyline de Nueva York.

Experiencias gastronómicas

Si bien la Quinta Avenida no es famosa por su oferta gastronómica, en sus alrededores se encuentran lugares que vale la pena visitar. Desde cafeterías históricas hasta restaurantes con estrellas Michelin, hay opciones para todos los gustos:

  • The Modern – Ubicado junto al MoMA, este restaurante ofrece una experiencia culinaria innovadora con platos de alta cocina. Sus grandes ventanales permiten vistas al jardín del museo, creando un ambiente sofisticado. Y su menú cambia constantemente y cuenta con una excelente carta de vinos.
  • Café Sabarsky – Inspirado en las clásicas cafeterías de Viena, este lugar es perfecto para una pausa con un strudel de manzana y un espresso. La decoración con muebles de madera oscura y obras de arte originales transporta a otra época. En su caso, se encuentra dentro del Neue Galerie, un museo especializado en arte alemán y austriaco.
  • La Grenouille – Un rincón de elegancia francesa en medio de Manhattan, conocido por sus soufflés y su refinada carta de vinos, por lo que es una opción para cenas especiales. Asimismo, la decoración con flores frescas y candelabros lo hace uno de los restaurantes más románticos de la ciudad.

Eventos y festividades en la Quinta Avenida

A lo largo del año, la Quinta Avenida se convierte en el escenario de algunas de las celebraciones más esperadas de Nueva York, como el más que conocido Desfile del Día de Acción de Gracias, organizado por Macy’s. En este sentido, cada noviembre, enormes globos con personajes reconocidos flotan sobre la avenida mientras bandas musicales y carrozas avanzan por las calles y la multitud comienza a reunirse desde temprano para asegurarse un buen lugar, ya que la vista desde la acera es clave para disfrutar del espectáculo. Este desfile es una tradición que marca el inicio de la temporada navideña y se transmite en vivo para millones de espectadores en todo el mundo.

Igualmente, en febrero y septiembre, la Semana de la Moda convierte la ciudad en el epicentro de las últimas tendencias. Diseñadores de renombre presentan sus colecciones en desfiles exclusivos, pero también hay eventos abiertos al público en algunas tiendas de la Quinta Avenida. Durante estos días, las vitrinas lucen exhibiciones especiales, y es común ver sesiones de fotos o entrevistas a modelos y celebridades en las calles. Asimismo, el encendido del árbol de Navidad en Rockefeller Center es otro momento esperado del año. En este contexto, a finales de noviembre, una ceremonia musical precede la iluminación de este gigantesco abeto, decorado con miles de luces y una estrella en la punta.