Si piensas en Fráncfort del Meno, lo primero que puede venirte a la mente es su importancia como centro financiero. Sin embargo, esta ciudad alemana tiene mucho más que ofrecer, especialmente si te gustan los contrastes entre lo moderno y lo histórico. En este destino, encontrarás rascacielos que dibujan un perfil urbano impresionante, pero también calles empedradas y plazas con siglos de historia.
Uno de los aspectos más interesantes de Fráncfort es su variedad de experiencias. Puedes empezar el día recorriendo su distrito financiero y subir a la Main Tower para disfrutar de una vista panorámica espectacular. Luego, puedes caminar por Römerberg, el casco antiguo donde las casas tradicionales te transportan a otra época.

Por supuesto, la gastronomía es otro punto fuerte, ya que, desde su famosa salchicha hasta el Apfelwein, hay sabores que no puedes dejar de probar. Y cuando cae la noche, la ciudad ofrece terrazas con vistas, bares animados y clubes para todos los gustos. En este artículo, te explicaremos cómo llegar a Fráncfort, qué hacer en Mainhattan, dónde disfrutar su comida típica y cuáles son las mejores opciones para la vida nocturna.
¿Cómo llegar a Fráncfort del Meno?
Si vienes desde otro país, lo más práctico es aterrizar en el Aeropuerto de Fráncfort (FRA), uno de los más transitados de Europa. Está a solo 12 kilómetros del centro, y tienes varias formas rápidas de llegar a la ciudad. A su vez, la opción más eficiente es el tren S-Bahn, con las líneas S8 y S9 que te dejan en la Estación Central en menos de 15 minutos.
Asimismo, si prefieres un transporte más directo, los taxis y los servicios de traslado privado están disponibles en las terminales. El trayecto en coche dura aproximadamente 20 minutos, dependiendo del tráfico. También puedes alquilar un vehículo si planeas explorar otras regiones cercanas. Y si ya estás en Alemania o en un país vecino, los trenes de alta velocidad ICE son una excelente alternativa. A este respecto, la Estación Central de Fráncfort está conectada con ciudades como Berlín, Múnich y París, ofreciendo un viaje cómodo y rápido.
Explorando el skyline de Mainhattan

La imagen más representativa de Fráncfort es su impresionante perfil urbano, lleno de rascacielos que dominan el horizonte. En este sentido, para tener una vista privilegiada, el mejor sitio es la plataforma de observación de la Main Tower, un edificio de 200 metros de altura que ofrece una panorámica completa de la ciudad.
De este modo, si caminas por el distrito financiero, verás la Torre Commerzbank, una de las más altas de Europa, junto a otros edificios como la Torre de Europa y las torres gemelas del Deutsche Bank. Durante la noche, la iluminación de estos edificios transforma el paisaje en un espectáculo de luces. Y para una perspectiva diferente, puedes hacer un paseo en barco por el río Meno y observar la silueta de la ciudad reflejada en el agua.
Römerberg: el casco antiguo de Fráncfort
Aunque Fráncfort es conocida por su aspecto moderno, su casco antiguo te transporta a otra época con sus calles empedradas y casas de madera de estilo tradicional. En este caso, el centro de esta zona es Römerberg, una plaza rodeada de edificaciones reconstruidas tras la Segunda Guerra Mundial, respetando su diseño original.
Así, en este lugar, puedes visitar el Römer, el ayuntamiento de la ciudad, que ha sido testigo de siglos de historia. Justo al lado, la Catedral de San Bartolomé impresiona con su torre de ladrillo rojo y su conexión con el antiguo Sacro Imperio Romano Germánico. No obstante, si quieres disfrutar del ambiente local, hay cafeterías y restaurantes en la plaza donde puedes probar platos típicos. Y durante diciembre, este lugar cobra vida con un mercado navideño lleno de luces, música y puestos con especialidades alemanas.
La ribera de los museos
A lo largo del río Meno, encontrarás una serie de museos de gran prestigio que abarcan desde el arte clásico hasta la cultura contemporánea, como los siguientes:
- Städel Museum: Este museo alberga una impresionante colección de pinturas europeas que abarcan más de siete siglos. Por lo que, si te interesa el arte renacentista, aquí verás obras de artistas como Botticelli y Rembrandt. También cuenta con una sección de arte moderno, donde puedes admirar trabajos de Picasso y Beckmann.
- Museo del Cine Alemán: Aquí puedes explorar la evolución del cine a través de exhibiciones interactivas y objetos históricos. Entre sus piezas más interesantes se encuentran cámaras antiguas, guiones originales y vestuarios de películas clásicas. Además, en su sala de proyección puedes disfrutar de ciclos de cine que van desde producciones alemanas hasta clásicos de Hollywood.
- Museo de las Culturas del Mundo: Este espacio te permite descubrir tradiciones de diferentes sociedades a través de exposiciones de arte, textiles y objetos rituales. En este sentido, su colección incluye piezas de África, Asia y América, con un enfoque en la diversidad cultural. También organizan actividades y charlas que te acercan a costumbres y relatos de otras partes del planeta.
- Museo de Arquitectura Alemán: Si te interesa el diseño y la construcción de espacios urbanos, en este museo encontrarás modelos y maquetas que ilustran la evolución de la arquitectura. Asimismo, su exposición permanente explica cómo las ciudades han cambiado a lo largo del tiempo. También realizan exposiciones temporales sobre tendencias arquitectónicas y proyectos innovadores.
- Museo de Historia Natural Senckenberg: Este museo es un destino fascinante si te gusta la paleontología y la biología. Y su colección incluye esqueletos de dinosaurios a gran escala, fósiles de animales prehistóricos y exposiciones sobre la evolución de la vida en la Tierra. También hay secciones dedicadas a la biodiversidad actual y al impacto del cambio climático.
Gastronomía en Fráncfort: qué probar y dónde comer
La cocina de Fráncfort tiene platos tradicionales que reflejan la herencia de la región, como la salchicha de Fráncfort, elaborada con carne de cerdo ahumada y servida con pan y mostaza. Es un clásico que puedes encontrar en cualquier mercado o cervecería. Por otra parte, si buscas algo diferente, el Grüne Soße es una especialidad local que consiste en una salsa de hierbas frescas acompañada de patatas y huevo cocido. Se dice que era uno de los platos favoritos de Goethe, y muchos restaurantes tradicionales la incluyen en su menú.
Asimismo, otra opción interesante es el Handkäse mit Musik, un queso curado con cebolla y vinagre, ideal para quienes disfrutan de sabores fuertes. Y para acompañar la comida, nada mejor que un vaso de Apfelwein, una sidra ligeramente ácida que se sirve en jarras de cerámica. En este caso, puedes probarla en los bares típicos del barrio de Sachsenhausen, donde también encontrarás tabernas con recetas caseras y un ambiente animado.
Vida nocturna y ocio en Mainhattan

Cuando cae la noche, Fráncfort ofrece una variedad de opciones para disfrutar de la música, las terrazas y el entretenimiento. En este sentido, si prefieres un ambiente elegante, hay bares en lo alto de los rascacielos donde puedes disfrutar de cócteles con vistas espectaculares. De hecho, lugares como el 22nd Lounge & Bar ofrecen una experiencia sofisticada con una selección de bebidas exclusivas.
A su vez, para quienes buscan algo más animado, el barrio de Bahnhofsviertel es una de las zonas con mayor movimiento nocturno. En su caso, sus calles están llenas de bares y clubes donde suena música en vivo o sesiones de DJ. Dependiendo de lo que te guste, puedes encontrar desde locales con ritmos electrónicos hasta espacios con bandas de jazz.
Por otro lado, si te interesa el teatro y los espectáculos en vivo, la ciudad tiene una agenda cultural muy activa. El Alte Oper y el Schauspiel Frankfurt presentan obras de teatro, óperas y conciertos de orquesta. También hay pequeños espacios alternativos donde se realizan eventos experimentales y propuestas contemporáneas que ofrecen una experiencia distinta a la tradicional.