La ciudad de Paramaribo es la capital de Surinam y es un destino poco conocido que tiene un gran potencial gracias a su cautivadora historia y su asombrosa diversidad cultural. Fue fundada en el siglo XVII y desde entonces se ha mantenido albergando una mezcla fascinante de influencias neerlandesas, británicas, francesas y africanas. Este mestizaje cultural se refleja en su arquitectura colonial, su variada gastronomía y su población multicultural. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002, la ciudad es un testimonio vivo de la historia de Surinam y un destino imperdible para cualquier viajero que decida descubrir las maravillas de América del Sur.

Una de las curiosidades más encantadoras de Paramaribo es la interesante mezcla de estilos en su arquitectura, reflejada en edificaciones que los visitantes pueden observar al pasear por calles adornadas con casas de madera de estilo colonial, muchas de las cuales datan de los siglos XVIII y XIX. Estos edificios, con sus verandas amplias y colores vibrantes, contrastan maravillosamente con la vegetación tropical circundante. Además, la ciudad es conocida por su hospitalidad y calidez, lo que hace que cualquier visitante se sienta rápidamente como en casa.

La gastronomía de Paramaribo es otro de sus puntos destacados, pues también es un claro reflejo de su diversidad cultural. La cocina local es una deliciosa mezcla de sabores y técnicas provenientes de la cocina indígena, africana, india, indonesia y china. Los visitantes tienen la oportunidad de probar platos típicos como el roti, saoto (una sopa de pollo indonesia), y pom (un plato de origen judío-surinamés a base de raíz de tayer y pollo) que puede ser encontrado en diversos mercados y plazas. En este artículo hablaremos con más detalle sobre los lugares imperdibles que ver en la ciudad de Paramaribo y las cosas para hacer en la peculiar capital de Surinam.

La Catedral de San Pedro y San Pablo

La Catedral de San Pedro y San Pablo es una imponente catedral de madera que está considerada como una de las más grandes de su tipo en el hemisferio occidental. Se ubica en Gravenstraat, una de las principales avenidas de la ciudad de Paramaribo y su construcción comenzó en 1883 para posteriormente completarse en el año 1885, utilizando maderas locales que le confieren una resistencia y belleza únicas. Originalmente fue concebida como un teatro, pero las autoridades locales decidieron convertirla en una catedral católica, lo que añade una capa de historia y podría explicar los detalles finales en la decoración de su impresionante estructura.

La acústica del edificio es excepcional, lo que lo convierte en un lugar ideal para conciertos de música sacra, por lo que es bastante común disfrutar de varios eventos culturales. La catedral de San Pedro y San Pablo no solo es un lugar de culto, sino también un punto de encuentro para la comunidad, donde se celebran misas regulares, bodas y festividades religiosas importantes. Además, en los alrededores de la hermosa Catedral, los visitantes pueden disfrutar de una variedad de opciones gastronómicas, pues la zona cuenta con numerosos puestos de comida callejera y pequeños restaurantes que ofrecen delicias locales, por lo que es una parada que no puede faltar durante el viaje.

Mercado Central de Paramaribo

El Mercado Central de Paramaribo se encuentra situado en Waterkant, en pleno centro de la ciudad, y es un colorido punto de encuentro que refleja la esencia multicultural de Surinam. Este mercado es uno de los más grandes de la región, el cual ha sido un núcleo vital para la economía local durante décadas, y un punto de encuentro entre la diversidad cultural que habita la ciudad. Inaugurado en los años 50, el mercado ha evolucionado para convertirse en un punto vital para el comercio y la socialización, ofreciendo a los visitantes una inmersión auténtica en la vida diaria de Paramaribo.

El mercado Central es un laberinto de puestos abarrotados que venden de todo, desde productos frescos hasta artesanías. Los visitantes pueden encontrar frutas y verduras exóticas, pescados frescos y una variedad de carnes. Además, existen diversos puestos de comida callejera ofrecen una amplia gama de platos locales e internacionales. Este es el lugar para deleitarse con el saoto, una sopa de pollo con fideos, huevos y brotes de soja, o probar el nasi goreng, un plato indonesio de arroz frito. También es común encontrar el bakabana, plátano frito servido con una salsa de maní picante, y los irresistibles lumpia, rollos de primavera rellenos de vegetales y carne. Para los amantes de los postres, el mercado ofrece dulces como el kokosmakron, una galleta de coco crujiente, y el bolo pretu, un rico pastel de frutas oscuro, por lo que esta es una parada imprescindible.

Fuerte Zeelandia

El Fuerte Zeelandia, ubicado estratégicamente a orillas del río Surinam en Paramaribo, es uno de los monumentos históricos más importantes del país. Originalmente construido por colonos franceses en 1640 y posteriormente ampliado por los neerlandeses, este fuerte ha sido testigo de numerosos eventos importantes en la historia de Surinam. Su estructura robusta de ladrillos y su ubicación estratégica fueron fundamentales en la defensa contra invasores y en el control del tráfico fluvial durante la época colonial. Hoy en día, el fuerte alberga el Museo de Surinam, donde se exhiben colecciones que abarcan desde la prehistoria hasta la era moderna, proporcionando una visión detallada del desarrollo histórico y cultural del país.

Los visitantes pueden explorar las antiguas fortificaciones, caminar por los bastiones y disfrutar de vistas panorámicas del río y la ciudad. El museo organiza exposiciones temporales y permanentes que destacan diversos aspectos de la historia y la cultura de Surinam, incluyendo la esclavitud, la colonización y la vida indígena. Además, el fuerte es un escenario popular para eventos culturales, como conciertos, presentaciones teatrales y festivales, que atraen tanto a locales como a turistas. El Fuerte Zeelandia demuestra que no solo es un sitio de interés histórico, sino también un centro cultural dinámico que se tiene que visitar durante un viaje por América del Sur.

Palmentuin o Jardín de las Palmeras

Palmentuin, también conocido como el Jardín de Palmeras, es un encantador parque situado justo detrás del Palacio Presidencial de la ciudad de Paramaribo. Este parque histórico, establecido en el siglo XVIII por el gobernador Cornelis van Aerssen van Sommelsdijk, originalmente servía como jardín privado del palacio. Hoy en día, Palmentuin es un espacio público apreciado tanto por los locales como por los turistas, en donde se puede encontrar un espacio que brinda un respiro y tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad. Las altas palmeras reales se alzan para crear un paisaje natural único y hermoso que proporciona sombra y un ambiente natural refrescante.

El parque, aunque principalmente está dominado por las palmeras, también alberga una variedad de plantas tropicales y es hogar de numerosas aves y pequeños animales, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y los observadores de aves. En Palmentuin, los visitantes pueden disfrutar de diversas actividades recreativas y culturales, ya que es un lugar perfecto para pasear, hacer picnics y relajarse bajo la sombra de las palmeras. Además, el parque alberga ocasionalmente ferias de artesanías y mercados temporales, donde se pueden comprar productos locales y recuerdos.

Waterkant o Malecón

Waterkant es el animado malecón de Paramaribo, uno de los lugares más emblemáticos y frecuentados de la ciudad ya que su ubicación a lo largo del río de Surinam lo colocan como un destino popular entre los viajeros. Este pintoresco paseo marítimo se extiende desde el Mercado Central hasta el puerto, ofreciendo una vista espectacular del río y un ambiente que captura la esencia de la vida urbana de Surinam. Muchas de las edificaciones que bordean Waterkant, con su distintiva arquitectura colonial neerlandesa, han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En el pasado, este malecón era el punto de desembarco principal para barcos comerciales y de pasajeros, y ha conservado su importancia como lugar de encuentro. Actualmente, Wterkant es el escenario de una animada vida social, especialmente al atardecer, cuando tanto locales como turistas se congregan para disfrutar del aire fresco y las vistas al río. El Malecón de Paramaribo es el lugar perfecto para disfrutar de una variedad de actividades al aire libre y de entretenimiento, pues es posible pasear, relajarse en los bancos bajo las frondosas arboledas, o simplemente disfrutar de la energía del lugar, por lo que es una parada obligatoria durante el viaje por Paramaribo.