La ciudad de Alicante, situada en la costa Blanca española, es uno de los destinos más codiciados de España para adquirir una segunda residencia. Esta ciudad y sus alrededores, gracias a su clima cálido, sus hermosas playas y su sorprendente escena cultural, se ha convertido en el lugar ideal para aquellos que buscan escapar del ajetreo diario y disfrutar de veranos relajantes junto al mar.
Tener una segunda residencia en Alicante no solo permite disfrutar de las largas temporadas de sol, sino también de la calidad de vida que ofrece la zona. De esta forma, sus playas de aguas cristalinas y la cercanía a parajes naturales como el Parque Natural de la Sierra de Mariola, hacen de esta zona un lugar único para desconectar. Además, Alicante cuenta con una excelente infraestructura que facilita el acceso a servicios de calidad, tanto en la ciudad como en los distintos pueblos costeros de la provincia. Por ello, cada vez más personas buscan adquirir propiedades en la costa Blanca para disfrutar de vacaciones prolongadas, una jubilación o como inversión a largo plazo. Eso sí, estas personas deben tener en cuenta una serie de factores importantes para asegurarse de que la inversión sea rentable y beneficiosa en todos los aspectos.
En este sentido, los aspectos legales, la elección de la ubicación o la rehabilitación de edificios Alicante, son factores a considerar al comprar una segunda residencia, para encontrar la mejor opción posible. Por tanto, es esencial tener claro el uso que se le va a dar a la vivienda, ya sea para uso personal o para alquilarla, así como comprender los costes adicionales asociados, como el mantenimiento, los impuestos, la cédula habitabilidad Alicante, etc. A lo largo de este artículo, exploraremos las razones por las cuales Alicante es el destino ideal para establecer una segunda residencia de verano, y, veremos los factores a considerar en la compra.
Clima mediterráneo
Una de las principales razones por las que Alicante es ideal para una segunda residencia de verano es su clima mediterráneo. La provincia disfruta de más de 300 días de sol al año, con temperaturas cálidas que oscilan entre los 20 y 30 grados centígrados durante los meses de verano. Además, incluso en otoño e invierno, el clima sigue siendo templado, lo que permite disfrutar de la zona durante todo el año.
Este clima favorece el estilo de vida al aire libre, ideal para quienes buscan relajarse en la playa, practicar deportes acuáticos o simplemente disfrutar de paseos por la costa. Tanto la propia ciudad de Alicante, como los pueblos de la provincia como Calpe, Altea o Jávea, ofrecen hermosos paisajes que invitan a disfrutar del sol durante todo el año. Además, la suave brisa marina hace que incluso los días más calurosos sean agradables, proporcionando un ambiente perfecto para vacacionar. Del mismo modo, con la compra de una segunda vivienda, se puede optar por la adquisición de un local, teniendo en cuenta la posible reforma local Alicante, ya sea con el objetivo de abrir un negocio, o, como una inversión para alquilar posteriormente.
Playas de ensueño
Ligado al clima mediterráneo, la provincia de Alicante es conocida por sus playas de aguas cristalinas y sus extensas zonas de arena fina, que ofrecen el lugar perfecto para disfrutar de las vacaciones de verano. Estas playas no solo son ideales para relajarse, sino también para practicar una amplia gama de actividades acuáticas, como el snorkel, el paddle surf o el buceo. En la capital y los pueblos costeros es posible alquilar equipos de deportes acuáticos o tomar clases, haciendo que las vacaciones sean más dinámicas y entretenidas para toda la familia.
Además, muchas de estas playas cuentan con banderas azules, lo que garantiza la calidad de sus aguas y la seguridad en sus instalaciones. De esta manera, tener una segunda residencia en Alicante significa tener acceso directo a algunas de las mejores playas de España, donde el relax y la diversión están siempre al alcance.
Cultura y gastronomía
Alicante no solo destaca por su clima y sus playas, sino también por su rica gastronomía mediterránea. Tener una segunda residencia en esta zona significa tener acceso a una gran escena cultural, con festivales, museos y eventos a lo largo de todo el año. Por otro lado, la gastronomía local es otro de los grandes atractivos de la región. Los restaurantes en Alicante ofrecen platos típicos de la dieta mediterránea, como la paella, el arroz a banda o el pescado fresco de la zona. Además, la provincia cuenta con una destacada producción de vinos, especialmente los vinos blancos y rosados de la región de Jumilla.
Vivir parte del año en Alicante también permite a los propietarios de segundas residencias disfrutar de sus mercados locales, donde es posible adquirir productos frescos y de alta calidad. En estos mercados, se venden productos de la huerta como frutas y verduras, y, productos del mar, como pescados y mariscos, permitiendo disfrutar al máximo de los sabores de la cocina mediterránea en la comodidad de casa.
Oportunidades de inversión: Rentabilidad y crecimiento inmobiliario
Además de ser un destino ideal para las vacaciones, adquirir una segunda residencia en Alicante también puede ser una inversión rentable. El mercado inmobiliario en la Costa Blanca ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años, atrayendo tanto a inversores nacionales como internacionales. Las propiedades en zonas costeras, especialmente aquellas con vistas al mar o cerca de playas, tienen un gran potencial de revalorización.
Además, Alicante es un destino turístico muy popular, lo que permite a los propietarios de segundas residencias alquilar sus propiedades durante los meses en los que no las utilizan. Esto no ocurre solamente en la capital, ya que, la posibilidad de contar con una vivienda en pueblos como Altea, Calpe, Denia, Benidorm, Jávea o Elche es una opción a valorar. En estos casos, es importante contactar con profesionales de la zona de cara a reformar y rehabilitar las viviendas, como los arquitectos Denia, Benidorm o Altea. Además, las plataformas de alquiler vacacional como Airbnb y Booking.com hacen que sea fácil gestionar el alquiler de la propiedad, generando ingresos adicionales cuando la vivienda no está ocupada.
Aspectos legales y financieros: Evitar sorpresas
En cualquier caso, comprar una segunda residencia en Alicante implica conocer el marco legal y financiero aplicable a los compradores, tanto nacionales como extranjeros. Por tanto, es esencial contar con la asesoría de un abogado especializado en derecho inmobiliario que pueda revisar todos los documentos y garantizar que la transacción se realice de manera segura y transparente. Además, los compradores deben estar conscientes de los impuestos que aplican, como el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales o el IVA si se trata de una propiedad de nueva construcción.
Los costes de mantenimiento, como el pago de comunidad de propietarios, el IBI y los servicios básicos, deben ser tenidos en cuenta en el presupuesto a largo plazo. Si la propiedad se compra con una hipoteca, es fundamental comparar las ofertas de los bancos y conocer los requisitos específicos que pueden variar si eres un comprador internacional. Además, tal y como hemos comentado, si se piensa alquilar la vivienda de manera vacacional, hay que asegurarse de cumplir con las normativas para alquileres turísticos, que pueden requerir licencias especiales y el pago de impuestos adicionales. Asimismo, las reformas integrales en Alicante, la rehabilitación de edificios y la puesta a punto de locales es vital para obtener el máximo rendimiento de la vivienda en estos casos.