El descanso es uno de los factores más importantes para los huéspedes de un hotel. No importa si se trata de un viaje de negocios, unas vacaciones familiares o una escapada de fin de semana, todos los viajeros buscan una noche de sueño cómoda. Por ello, la calidad de la cama en la habitación influye directamente en la experiencia del cliente y, en consecuencia, en la reputación del hotel dentro del amplio catálogo de opciones disponibles en las principales ciudades turísticas.

Un colchón incómodo, sábanas de baja calidad o una mala elección de almohadas pueden traducirse en reseñas negativas y en una menor tasa de fidelización. Los huéspedes esperan un nivel de confort que supere al de sus propias casas, y ofrecer un descanso excepcional puede marcar la diferencia frente a la competencia. Por ello, es esencial elegir cada elemento de la cama con atención al detalle, desde el colchón hasta los complementos que garantizan higiene y confort.

En este artículo, exploraremos los factores clave para seleccionar la mejor cama de hotel. Para ello, hablaremos sobre la importancia del colchón, las fundas anti chinches, la ropa de cama, las almohadas y otros complementos que elevan la experiencia del descanso en un hotel. Estos aspectos no solo mejorarán la satisfacción de los huéspedes, sino que también aumentarán la rentabilidad del hotel.

El colchón – La base del descanso

El colchón es el elemento central de cualquier cama de hotel. Su calidad define el nivel de confort que experimentarán los huéspedes y puede influir en su decisión de regresar o recomendar el alojamiento. Por tanto, un colchón debe ser firme pero cómodo, capaz de adaptarse a distintos tipos de personas y necesidades, ya que los huéspedes son cambiantes en los alojamientos.

Los colchones de muelles ensacados y de espuma viscoelástica son dos de las opciones más populares en hoteles de alta gama. Los de muelles ofrecen una mayor transpirabilidad y resistencia, mientras que los viscoelásticos se ajustan mejor al cuerpo y reducen los puntos de presión. La elección dependerá del tipo de experiencia que el hotel quiera ofrecer, aunque lo perfecto es optar por una opción que combine ambas tecnologías. Además de la calidad del colchón, su mantenimiento es fundamental. Se recomienda cambiar los colchones cada 5 a 7 años y girarlos regularmente para evitar deformaciones.

Fundas de colchón y protección anti-chinches – Higiene y seguridad

Las fundas de colchón no solo prolongan la vida útil del colchón, sino que también garantizan un nivel de higiene óptimo para los huéspedes. En el entorno hotelero, donde múltiples personas utilizan la misma cama a lo largo del tiempo, es básico implementar barreras de protección que eviten la acumulación de ácaros, bacterias y alérgenos.

Uno de los mayores riesgos en la industria hotelera es la presencia de chinches, un problema que puede dañar seriamente la reputación del establecimiento. Para prevenir infestaciones, es recomendable utilizar fundas anti-chinches de alta calidad, que protejan el colchón y eviten que estos insectos se propaguen en la habitación. Una de las fundas de colchón más resistentes para este tipo de problemas es la funda anti-chinches de Remibed. Estas fundas son impermeables y transpirables para ofrecer comodidad sin comprometer la higiene.

La ropa de cama – Sábanas, edredones y textiles de calidad

El tipo de sábanas y textiles que se utilicen en un hotel pueden mejorar significativamente la percepción de confort de los huéspedes. Las sábanas de algodón de alta calidad, como las de 300 a 600 hilos, ofrecen una sensación suave y transpirable que mejora el descanso.

Además, el edredón y las mantas juegan un papel central en la regulación térmica. Los hoteles deben ofrecer opciones ligeras pero cálidas, asegurando que los huéspedes puedan dormir cómodos en cualquier estación del año. Los edredones de plumas o microfibra suelen ser los más elegidos por su combinación de suavidad y aislamiento térmico. Asimismo, el mantenimiento de la ropa de cama es otro aspecto básico. Se recomienda cambiar las sábanas después de cada huésped y lavar todos los textiles con detergentes hipoalergénicos para evitar posibles irritaciones en la piel. Unas sábanas impecables no solo garantizan comodidad, sino que también refuerzan la sensación de limpieza y calidad en el hotel.

Almohadas y cojines – El toque final para un descanso perfecto

Las almohadas son un elemento adicional para garantizar un descanso de calidad en un hotel. Una mala elección puede provocar molestias en el cuello y afectar la experiencia del huésped. Por esta razón, muchos hoteles optan por ofrecer una selección de almohadas con diferentes niveles de firmeza para adaptarse a las preferencias individuales.

Las almohadas de plumas o de microfibra suelen ser las más recomendadas por su suavidad y capacidad de adaptación. También existen almohadas viscoelásticas, que se ajustan al contorno del cuello y alivian la presión, siendo adecuadas para personas con problemas cervicales. En los tiempos actuales, ofrecer un «menú de almohadas» es una solución de los hoteles de categoría, que implementa un valor añadido que mejora la satisfacción del cliente. De la misma manera, los cojines aportan un toque de elegancia y confort a la habitación. Sin embargo, es importante que estos elementos se mantengan siempre limpios y en buen estado, ya que los detalles en la cama influyen en la percepción general de la calidad del hotel.