Japón es un país lleno de contrastes, un país en el que la modernidad y la tradición conviven en perfecta armonía. De esta forma, los enormes rascacielos futuristas se combinan con templos centenarios, dando como resultado una experiencia única. Cada rincón del país ofrece una experiencia distinta que sorprende a los viajeros. En un primer viaje, es fundamental visitar aquellos destinos que capturan la esencia de la cultura japonesa, combinando historia, paisajes y una gastronomía singular. De esta forma, un viaje organizado a Japón suele ser la mejor opción, ya que, facilita moverse entre las principales ciudades y los atractivos turísticos, siendo complejo al tener un idioma muy distinto.
En este contexto, si bien hay innumerables lugares por descubrir en Japón, algunos destinos son imprescindibles para entender su diversidad y encanto. Por ello, buscar un tour que incluya ciudades como Tokio y Osaka, que reflejan la energía urbana y el desarrollo tecnológico del país o Kioto y Kanazawa, que transportan a los visitantes a la época de samuráis y geishas es vital. Del mismo modo, lugares como Hakone es el escape perfecto a la naturaleza, con aguas termales y vistas inolvidables del Monte Fuji. Expertos en viajes como Transitours ofrecen diferentes tours para descubrir este país y no perderse nada. En sus tours se pueden combinar diferentes experiencias en Japón, las cuáles repasaremos en este artículo, en el que veremos los imprescindibles del país del sol naciente.
Tokio

Tokio es el ejemplo perfecto de ciudad japonesa, una metrópolis donde la tradición y la modernidad coexisten de manera fascinante. Esta ciudad cuenta con barrios como Shinjuku, Shibuya y Akihabara, que merecen la pena ser recorridos en un tour guiado para descubrir todos sus secretos. La capital japonesa es un lugar donde los rascacielos futuristas y los santuarios históricos se mezclan en un escenario dinámico. Uno de los lugares más dinámicos es el cruce de Shibuya, famoso por su caos perfectamente coordinado, donde miles de personas cruzan al mismo tiempo en diferentes direcciones.
A pocos pasos se encuentra el santuario Meiji, un remanso de paz en medio de la ciudad, rodeado de un frondoso bosque que permite escapar del bullicio del centro. Para los amantes de la tecnología y la cultura pop, Akihabara es el paraíso de los videojuegos, el anime y la electrónica. Mientras tanto, los templos de Asakusa y la torre de Tokio ofrecen una perspectiva más tradicional de la ciudad.
Hakone

Hakone es una para fundamental para aquellos que buscan una experiencia relajante mientras conectan con la naturaleza. Este pequeño enclave, ubicado a solo una hora y media de Tokio, es famoso por sus onsen, aguas termales, sus paisajes montañosos y sus espectaculares vistas al monte Fuji.
Una de las mejores maneras de explorar Hakone es con el Hakone Free Pass, que permite recorrer la zona utilizando diferentes medios de transporte, ya sean barcos, funiculares o trenes panorámicos. Uno de los trayectos más emblemáticos es el viaje en el teleférico de Hakone, que ofrece vistas mágicas del Fuji en los días despejados. Además, los amantes del arte encontrarán el museo al Aire Libre de Hakone, un espacio donde esculturas y naturaleza se combinan de manera mágica. Para completar la experiencia, nada mejor que sumergirse en un onsen tradicional y disfrutar de un baño caliente con vistas a las montañas.
Kioto

Kioto es la ciudad que mejor conserva la esencia del Japón antiguo, con sus más de 2.000 templos y santuarios. Por ello, es el lugar perfecto para sumergirse en la historia y la espiritualidad del país. De esta forma, basta con caminar por sus calles, rodeadas de templos y casas de té, para teletransportarse a una época de samuráis y geishas.
Uno de los lugares más importantes es el santuario Fushimi Inari, con sus miles de torii rojos que forman un sendero hipnótico a través de la montaña. Otro punto imprescindible es el Pabellón Dorado (Kinkaku-ji), un templo cubierto de pan de oro que se refleja en un hermoso estanque. Para vivir la auténtica experiencia tradicional, nada mejor que pasear por el barrio de Gion, donde aún es posible ver geishas caminando hacia sus casas de té.
Kanazawa

Kanazawa, menos conocida que Kioto pero igual de fascinante, es una ciudad que ha sabido preservar su legado samurái y sus barrios históricos. Esta ciudad está ubicada en la costa del Mar de Japón, siendo famosa por su castillo, sus jardines y sus antiguas residencias de samuráis.
En la ciudad, uno de sus principales atractivos es el jardín Kenroku-en, considerado uno de los tres jardines más bellos de Japón. Sus paisajes cambian con cada estación, ofreciendo una vista diferente en cualquier momento del año. Muy cerca, el castillo de Kanazawa es una impresionante fortaleza que refleja el esplendor del período Edo. Además, Kanazawa es famosa por su barrio de geishas, Higashi Chaya, donde las casas de té tradicionales aún funcionan y ofrecen espectáculos culturales.
Osaka

Osaka, conocida como la capital gastronómica de Japón, es el lugar perfecto para disfrutar de una atmósfera moderna. A diferencia de Tokio y Kioto, esta ciudad tiene una energía más informal, con calles repletas de neones, bulliciosos mercados y una vida nocturna espectacular. El barrio de Dotonbori es el centro de Osaka, con su famoso cartel del corredor de Glico y una infinidad de restaurantes donde probar especialidades locales como takoyaki (bolitas de pulpo) y okonomiyaki (una especie de tortilla japonesa).
Por todo esto, Osaka es un paraíso para los amantes de la comida callejera, con mercados y puestos de comida que sirven delicias a todas horas. Para quienes buscan historia y cultura, el castillo de Osaka es una visita obligada, con jardines de gran belleza y una imponente estructura que narran la historia de una de las ciudades más importantes del Japón feudal. Por otro lado, para los más aventureros, el parque temático Universal Studios Japan es una experiencia inolvidable, especialmente para los fanáticos de Harry Potter y los videojuegos de Nintendo.
Nara

Nara fue la primera capital permanente de Japón y es otro destino interesante que visitar en Japón para los amantes de la historia y la cultura. A solo una hora de Kioto y Osaka, esta ciudad alberga algunos de los templos y santuarios más singulares del país, rodeados de un entorno natural único.
El principal atractivo de Nara es el templo Todai-ji, que alberga el Gran Buda de bronce, una de las estatuas más grandes de Japón. Su estructura de madera es imponente y su interior transmite una sensación de paz y respeto. A pocos minutos se encuentra el Parque de Nara, famoso por sus ciervos sika, considerados mensajeros de los dioses según la tradición sintoísta. Los visitantes pueden interactuar con ellos y alimentarlos con galletas especiales.
Nagoya

Nagoya es otra ciudad típica japonesa que combina la modernidad con un profundo legado samurái. La ciudad también está ubicada entre Tokio y Kioto, siendo una metrópoli conocida por su impresionante castillo, así como por su industria automotriz y su gastronomía. El castillo de Nagoya es uno de los más importantes de Japón, con una arquitectura típica y un tejado decorado con shachihoko (criaturas mitológicas con forma de pez).
Aunque el original fue destruido en la Segunda Guerra Mundial, su reconstrucción permite a los visitantes sumergirse en la historia de los señores feudales. Cerca del castillo se encuentra el santuario Atsuta, un sitio sagrado con más de 1.000 años de historia. Para los amantes de la tecnología y los automóviles, el museo Toyota es una visita obligada. Nagoya es el centro de la industria automotriz japonesa, y este museo muestra la evolución de la marca y su impacto en el mundo.
Hiroshima

Hiroshima es una ciudad que, pese a su trágica historia, se ha convertido en un símbolo de paz y esperanza. Su historia marcada por la Segunda Guerra Mundial la hace un destino clave para comprender la importancia de la reconciliación y la resiliencia. El Parque Conmemorativo de la Paz es el pulmón de la ciudad y alberga el museo de la Paz, donde se pueden ver testimonios, objetos y documentos sobre el bombardeo atómico de 1945. El domo de la bomba atómica, una estructura que sobrevivió a la explosión, es un recordatorio impactante de los horrores de la guerra y la necesidad de construir un futuro pacífico.
A pocos minutos en ferry, se encuentra la isla de Miyajima, hogar del famoso torii flotante del Santuario Itsukushima. Este lugar es considerado uno de los paisajes más bellos de Japón, al combinar de mar, montaña y arquitectura tradicional, creando una atmósfera mágica, perfecta para reflexionar y disfrutar de la belleza natural.
Shirakawa-go

Shirakawa-go es uno de los lugares más auténticos de Japón, ubicado en los Alpes Japoneses. Este pueblo es famoso por sus casas tradicionales gassho-zukuri, con techos de paja diseñados para resistir las intensas nevadas invernales. El sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es especialmente mágico en invierno, cuando la nieve cubre los tejados y crea un ambiente de cuento de hadas.
Al pasear por sus calles, se puede ver cómo vivían los antiguos aldeanos, con casas que han sido convertidas en museos y posadas tradicionales. Uno de los mejores momentos para visitar Shirakawa-go es durante el festival de iluminación invernal, cuando las casas se iluminan y crean una postal inolvidable.
Okayama

Okayama es una ciudad que permite observar bellos paisajes y adentrarse en la cultura samurái. La ciudad, situada en la región de Chugoku, es un destino perfecto para los viajeros que buscan una experiencia más relajada y auténtica. Uno de sus principales atractivos es el jardín Korakuen, considerado como uno de los más bellos de Japón. Sus estanques, puentes de piedra y senderos rodeados de cerezos lo convierten en un lugar perfecto para pasear y disfrutar de la tranquilidad.
Justo al lado del jardín se encuentra el castillo de Okayama, conocido como el «castillo del cuervo» por su color negro característico. Okayama también es famosa por la leyenda de Momotaro, el niño melocotón, uno de los cuentos populares más famosos de Japón. En la ciudad se pueden encontrar estatuas y referencias a esta historia en varios puntos. Además, es un excelente punto de partida para visitar la isla de Naoshima, un destino único conocido por su arte contemporáneo y sus museos al aire libre.