La Real Basílica de San Francisco el Grande, situada en el céntrico barrio de La Latina en Madrid, es uno de los monumentos religiosos más impresionantes y menos conocidos de la capital. Su cúpula, una de las más grandes del mundo con 33 metros de diámetro, destaca en el skyline madrileño y es un símbolo de la arquitectura neoclásica española. Inaugurada en 1784, esta majestuosa iglesia fue construida sobre el lugar donde, según la tradición, San Francisco de Asís fundó un convento en el siglo XIII.
La basílica es famosa por su imponente cúpula y su rica colección de arte, que incluye obras de grandes maestros como Goya, Zurbarán y Maella. Además, la Real Basílica de San Francisco el Grande es un monumento nacional y sigue siendo un importante centro de culto en Madrid. Su grandiosa arquitectura y su valor histórico y cultural la convierten en un destino imperdible para quienes visitan la ciudad y desean conocer más sobre su patrimonio religioso. En este artículo, exploraremos la historia de la Real Basílica de San Francisco el Grande, su espectacular arquitectura y sus valiosas obras de arte.
Historia de la Real Basílica de San Francisco el Grande
La historia de la Real Basílica de San Francisco el Grande se remonta al siglo XIII, cuando, según la tradición, San Francisco de Asís fundó un pequeño convento en las afueras de lo que hoy es Madrid. Sin embargo, la iglesia actual no comenzó a construirse hasta el siglo XVIII, cuando Carlos III, conocido como el «mejor alcalde de Madrid», decidió modernizar la ciudad y erigir una basílica que estuviera a la altura de la importancia de la orden franciscana. El proyecto inicial fue diseñado por el arquitecto Francisco Cabezas, aunque fue Francesco Sabatini quien lo completó en 1784.
A lo largo de los siglos, la basílica ha pasado por varios periodos de restauración, especialmente tras su uso como cuartel militar durante la invasión napoleónica. A pesar de estos eventos, la iglesia ha mantenido su esplendor y sigue siendo un lugar de culto activo y de gran importancia histórica. En 1980, la Real Basílica de San Francisco el Grande fue declarada Monumento Nacional, un reconocimiento a su relevancia artística y arquitectónica.
Arquitectura y diseño de la basílica
La arquitectura de la Real Basílica de San Francisco el Grande es un magnífico ejemplo del estilo neoclásico, con influencias barrocas que se reflejan en su ornamentación y en la grandiosidad de su diseño. El elemento más impresionante de la basílica es, sin duda, su enorme cúpula, una de las más grandes de Europa, que alcanza los 33 metros de diámetro y 58 metros de altura. Esta cúpula domina el interior de la iglesia y es visible desde varios puntos de la ciudad, destacándose como una de las mayores proezas arquitectónicas de su tiempo.
La nave central está flanqueada por capillas laterales, cada una decorada con retablos y frescos que representan escenas de la vida de santos franciscanos. El diseño del interior sigue una planta de cruz griega, con un altar mayor que está ricamente adornado con esculturas de mármol y bronce. Los frescos que decoran las paredes y la cúpula son obra de destacados artistas del siglo XVIII, y sus colores vivos y detalles intrincados crean un ambiente de solemnidad y majestuosidad. El exterior del edificio presenta una fachada sobria pero elegante, con un pórtico de columnas corintias que da acceso al templo. Esta fachada, junto con las proporciones equilibradas de la basílica, refleja el estilo neoclásico que predominaba en la arquitectura religiosa de la época. En conjunto, la basílica es un ejemplo de la arquitectura monumental que caracterizó el reinado de Carlos III y sigue siendo un icono de la ciudad de Madrid.
Obras de arte en la basílica
Además de su valor arquitectónico, la Real Basílica de San Francisco el Grande alberga una valiosa colección de obras de arte que la convierte en un importante centro cultural y artístico de Madrid.
- Entre las pinturas más destacadas se encuentra «San Bernardino de Siena predicando», una obra temprana del célebre pintor Francisco de Goya. Este cuadro, ubicado en una de las capillas laterales, es una de las joyas artísticas de la basílica y muestra el estilo característico de Goya, con un uso magistral de la luz y la composición.
- Otra de las obras más importantes es el retablo mayor, diseñado por el arquitecto Ventura Rodríguez. Este retablo está adornado con esculturas de santos franciscanos y escenas de la vida de San Francisco de Asís, realizadas en mármol, bronce y madera tallada. La riqueza de los detalles y la majestuosidad de su diseño reflejan la importancia de la orden franciscana en la vida religiosa de la ciudad.
- Además de estas obras, la basílica cuenta con una serie de frescos que decoran la cúpula y las capillas laterales. Estos frescos, realizados por artistas del siglo XVIII, representan escenas bíblicas y episodios de la vida de los santos. El conjunto de obras de arte que alberga la basílica la convierte en un destino imprescindible para los amantes del arte religioso y una de las iglesias más importantes de Madrid en términos culturales.