Si al llegar las vacaciones no se tiene muy claro en qué lugar pasarlas, aquí se ofrecen una serie de sugerencias que pueden resultar ideales para todo tipo de viajeros que busca entra la diversos destinos turísticos.
El viajero cultural: la vieja Europa
Quien guste de disfrutar de destinos turísticos históricos, visitar museos y contemplar monumentos con cientos de años, Europa es el lugar más indicado para ello. En Italia, las ciudades de Roma, Florencia y Venecia contienen el sabor al arte italiano más primigenio. En España, Madrid y Barcelona, dos ciudades cosmopolitas, cuentan con museos como el Prado, el Reina Sofía o el Thyssen (Madrid) o una selección de Gaudí en pleno centro urbano (Barcelona). Londres (Reino Unido) nos permitirá contemplar la historia anglosajona (el Puente de Londres, las Casas del Parlamento, el Big Ben…), y Amberes y no permitirá explorar la cuna del pintor Rubens. En Berlín contemplaremos los restos del muro alemán y París (Francia) exaltará nuestro romanticismo más histórico bajo la Torre Eiffel.
El viajero aventurero: ruta por África
Kenia, Tanzania y Zanzíbar son tres países para hacer un safari. En Lesotho, Sudáfrica y Swazilandia, además, se puede hacer una ruta que incluya la visita al cabo de Buena Esperanza. Otras opciones son realizar la “Ruta al fin del mundo”, por la Patagonia chilena y argentina (América del Sur), que incluye cruzar el Estrecho de Magallanes y visitar la Isla de la Tierra de Fuego.
El viajero de sol y playa: la zona del Mediterráneo y el Caribe
El turista que desee broncearse al sol y relajarse en la playa tiene la opción más idónea en la zona caribeña: Cancún es ya un destino habitual al que se añade la República Dominicana (Punta Cana, Playa Bávaro), Cuba (La Habana, Varadero), la Riviera Maya y Costa Rica.
La zona mediterránea es también perfecta para este tipo de turismo: la Costa Blanca en España, el sur de Italia, Grecia y Chipre cuentan con un clima perfecto para las vacaciones más tostadas.