Purmamarca, situado en la Quebrada de Humahuaca en la provincia de Jujuy, Argentina, es un pequeño pueblo que encanta por su paisaje y cultura. En este sentido, al ser conocido por estar rodeado de montañas de colores y calles pintorescas, este destino ofrece una mezcla de naturaleza, historia y tradición. Además, su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otros atractivos de la región, como las Salinas Grandes o la Cuesta del Lipán.

Asimismo, el pueblo es famoso por el Cerro de los Siete Colores, cuya paleta natural de tonos rojizos, verdes y amarillos es un espectáculo que fascina a locales y turistas. Igualmente, el Paseo de los Colorados y los miradores cercanos ofrecen una perspectiva del paisaje circundante. Pero Purmamarca no es solo paisajes, ya que su Plaza 9 de Julio reúne artesanías locales, una gastronomía deliciosa y lugares históricos que reflejan la rica herencia cultural de la región. En este artículo, descubrirás los principales atractivos de Purmamarca y los motivos que hacen de este pueblo un destino imprescindible en tu viaje a Jujuy.

Cerro de los Siete Colores

El Cerro de los Siete Colores es la joya natural de Purmamarca y uno de los paisajes más fotografiados de Argentina. En su caso, su formación se debe a un proceso geológico que duró millones de años, donde diferentes capas de minerales dieron lugar a sus tonalidades distintivas. De igual modo, el cerro es visible desde casi cualquier punto del pueblo, pero los mejores lugares para apreciarlo son los miradores cercanos y las calles que nacen en la Plaza 9 de Julio.

De esta forma, la intensidad de los colores del cerro varía según la hora del día, siendo especialmente llamativa al amanecer. Así, durante este momento, la luz resalta cada tono del cerro, desde los ocres y amarillos hasta los verdes y rojizos, creando una vista que deja a muchos sin palabras. Y para quienes disfrutan de la fotografía, este espectáculo natural es una oportunidad perfecta para capturar la esencia de Purmamarca en imágenes. A su vez, los visitantes pueden acceder a miradores como El Porito, que se encuentra a pocas cuadras de la plaza principal, o el Mirador de la Terminal, ubicado en la azotea de la terminal de buses. Ambos ofrecen vistas privilegiadas del cerro, con una pequeña tarifa de acceso que vale la pena pagar.

Paseo de los Colorados

El Paseo de los Colorados es uno de los recorridos más recomendados para quienes visitan Purmamarca, ya que este circuito de aproximadamente 3 kilómetros, permite adentrarse en un paisaje de formaciones rocosas con tonalidades rojizas y texturas interesantes. En este caso, la caminata, que se puede realizar a pie o en auto dependiendo de la temporada, ofrece una conexión directa con la naturaleza en un entorno tranquilo y fascinante.

Por su parte, el recorrido a pie es sencillo y apto para la mayoría de los visitantes, aunque es importante llevar calzado cómodo, agua y protección solar, ya que el sendero carece de sombra. De modo que, durante el paseo, los visitantes pueden detenerse en distintos puntos para tomar fotografías o simplemente admirar las formaciones geológicas que cuentan la historia de millones de años de evolución. De igual manera, si se prefiere recorrerlo en auto, el circuito también permite detenerse en varios lugares estratégicos para disfrutar del paisaje.

Al mismo tiempo, el Paseo de los Colorados es recomendado durante las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando la luz realza los colores de las montañas y crea una atmósfera serena. Este recorrido complementa perfectamente la visita al Cerro de los Siete Colores y brinda una perspectiva diferente del entorno natural de Purmamarca, dejando a los visitantes con una sensación de asombro y calma.

Plaza 9 de Julio y alrededores

La Plaza 9 de Julio es el corazón de Purmamarca y el punto de partida perfecto para explorar el pueblo. Este espacio, rodeado de árboles y bancos, se llena de vida gracias a los puestos de artesanías que exhiben productos locales. Así, desde tejidos tradicionales y cerámica hasta souvenirs hermosos, la plaza es un lugar excelente para adquirir recuerdos y conectarse con la cultura de la región.

De la misma forma, alrededor de la plaza, se encuentran varios edificios históricos que destacan por su valor cultural. De esta forma, la Iglesia Santa Rosa de Lima, construida en 1648, es un Monumento Histórico Nacional que invita a la contemplación con su arquitectura sencilla y su interior adornado con imágenes religiosas de gran antigüedad. Por igual, muy cerca de la iglesia, se encuentra el Algarrobo Histórico, un árbol que ha sido testigo de importantes momentos históricos, como la estadía del Ejército del Norte liderado por Manuel Belgrano.

La plaza también es un excelente lugar para disfrutar de la gastronomía local, con restaurantes y cafés que ofrecen especialidades como empanadas, tamales y guisos típicos. Así, durante el día, el bullicio de los artesanos y turistas se mezcla con el encanto del entorno, convirtiendo a la Plaza 9 de Julio en un lugar que encapsula la esencia de Purmamarca: una combinación de historia, cultura y paisajes que no deja de sorprender.

Salinas Grandes y Cuesta del Lipán

Las Salinas Grandes, situadas a unos 69 kilómetros de Purmamarca, son una de las maravillas naturales más impresionantes del norte argentino. Este extenso desierto de sal, que abarca más de 12,000 hectáreas, ofrece un paisaje impresionante, con un horizonte blanco que se funde con el cielo azul. De manera que, el viaje hacia las salinas, atravesando la Cuesta del Lipán, es una experiencia que enriquece aún más la visita, combinando vistas panorámicas con la sensación de descubrir un lugar extraordinario.

De forma similar, la Cuesta del Lipán es un tramo de ruta zigzagueante que asciende a más de 4,170 metros sobre el nivel del mar. Este camino es un atractivo en sí mismo, ya que permite observar cómo el paisaje cambia de manera dramática a medida que se sube. Del mismo modo, los miradores a lo largo de la cuesta ofrecen puntos estratégicos para detenerse y apreciar las montañas que rodean la región. También es importante tomar precauciones ante la altura, como moverse despacio y mantenerse hidratado, especialmente para quienes no están acostumbrados a estas condiciones.

De esta manera, una vez en las Salinas Grandes, el paisaje se transforma en un extenso desierto de sal que parece interminable. Este lugar es perfecto para quienes disfrutan de la fotografía, ya que el reflejo del cielo sobre la superficie salina crea efectos visuales espectaculares. Y es que, los visitantes pueden caminar libremente por las salinas, explorar las pozas de agua salada que resaltan en el terreno blanco o participar en visitas guiadas que explican cómo se extrae la sal. Por lo tanto, llevar gafas de sol, protector solar y agua es esencial para disfrutar de esta experiencia de manera cómoda y segura.

Iglesia Santa Rosa de Lima

La Iglesia Santa Rosa de Lima, ubicada frente a la Plaza 9 de Julio en el corazón de Purmamarca, es un monumento histórico que resalta por su sencillez y valor cultural. En su caso, fue construida en 1648 y es una de las iglesias más antiguas de la región, por lo que fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941. De este modo, su arquitectura, hecha principalmente de adobe, refleja el estilo tradicional de la región andina, con un diseño sencillo que armoniza perfectamente con el entorno natural del pueblo.

Por su parte, el interior de la iglesia es igual de encantador, con un techo de madera de cardón, un material típico de la región, y detalles decorativos que incluyen imágenes religiosas de gran antigüedad. Entre estas, destacan pinturas de la época colonial que narran historias religiosas y representan la influencia de la tradición católica en la vida cotidiana de los habitantes. Además de su arquitectura y diseño, la iglesia tiene un importante significado histórico, puesto que al lado de ella, se encuentra el Algarrobo Histórico, bajo cuya sombra descansaron las tropas del Ejército del Norte liderado por Manuel Belgrano.

Mirador El Porito

El Mirador El Porito es uno de los mejores puntos para disfrutar de vistas panorámicas del Cerro de los Siete Colores y de todo el pueblo de Purmamarca. En este sentido, está ubicado a pocas cuadras de la Plaza 9 de Julio y ofrece una perspectiva que permite apreciar la belleza del entorno natural desde una mayor altura. El acceso es sencillo, aunque incluye una breve subida por un sendero de baja dificultad.

En relación con ello, el mirador se encuentra en una pequeña colina que ha sido acondicionada para recibir visitantes, con caminos bien marcados y espacios para detenerse a observar el paisaje. Así, desde este punto, se puede admirar el Cerro de los Siete Colores en toda su magnitud, así como las casas y calles del pueblo, que parecen integrarse perfectamente con el entorno montañoso. Por ello, es un lugar perfecto para quienes buscan capturar fotografías o simplemente disfrutar de la tranquilidad del paisaje. Por otra parte, la visita al Mirador El Porito es especialmente recomendable al amanecer o al atardecer, cuando la luz resalta los tonos del cerro y crea una atmósfera serena. Además, el acceso tiene un costo simbólico que contribuye al mantenimiento del lugar.

Paseo con llamas

El paseo con llamas es una de las actividades más singulares que se pueden realizar en Purmamarca, combinando una experiencia cultural con la conexión directa con la naturaleza. De esta manera, este recorrido consiste en caminar junto a llamas domesticadas mientras se exploran senderos pintorescos alrededor del pueblo. Así, las llamas, que han sido parte de la vida andina durante siglos, no solo acompañan a los visitantes, sino que también llevan pequeñas cargas, como mochilas o provisiones.

De este modo, el paseo suele ser guiado por lugareños que comparten historias y tradiciones relacionadas con la cría de llamas y su importancia en la economía local. Durante el recorrido, se visitan paisajes cercanos al Cerro de los Siete Colores y otras formaciones naturales que rodean Purmamarca. De manera que, se trata de una actividad que se realiza a un ritmo tranquilo, permitiendo a los participantes disfrutar del entorno y tomar fotografías en compañía de estos encantadores animales.